El 2024 no fue un año de crisis, pero tampoco de grandes logros. Se inició con las aspiraciones de un jaguar y terminó con realidades más modestas. Las cifras oficiales indican que el PIB crecerá a una tasa cercana al 4%, ese crecimiento sigue siendo impulsado, principalmente, por unos pocos sectores.
Editorial
Basta ver los ‘Chinaokes’ para constatar la ausencia de los defectos señalados por Kölbi e identificar, en su lugar, una aguda sátira de los problemas sociales más apremiantes. El observador no tardará en constatar la presencia de ese recurso, cuya legitimidad está consagrada por la ley y la jurisprudencia en todo el mundo.
El fallido golpe constitucional intentado por su presidente es, a la vez, fuente de preocupación y esperanza. Las lecciones que emanan de esta crisis deben ser tomadas muy en serio por todos los demócratas