El prestigioso índice fDi Intelligence del «Financial Times» ubicó a Costa Rica en primer lugar en atracción de inversión extranjera directa para nuevos emprendimientos en relación con el tamaño de su economía. Además, la posición de privilegio fue ganada por amplio margen a la seguidora inmediata, Lituania, con 8,3 puntos frente a 11,4 de nuestro país. El puntaje significa que Costa Rica atrajo más de 11 veces la cantidad de inversión esperable dado el tamaño de su economía.
El índice utiliza una metodología diseñada por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) para medir la inversión extranjera directa en general, pero la aplica solo a la nueva, excluyendo fusiones y adquisiciones de empresas ya establecidas en territorio de cada país, préstamos entre filiales de la misma empresa y otras formas de inversión transfronteriza. Por eso, existen discrepancias en cuanto a los números nacionales, que consideran la inversión extranjera en su totalidad.
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Ser primero entre los 84 países examinados es un logro extraordinario de las instituciones relacionadas con la atracción de inversión y el modelo de apertura comercial adoptado a lo largo de las últimas décadas, cuando el Mercado Común Centroamericano y el interno demostraron su insuficiencia.
El Ministerio de Comercio Exterior (Comex) tiene el mérito, con muy pocos altibajos, de haber promovido una de las pocas políticas de Estado que el país ha conseguido adoptar. Para mantener el norte, sin importar los cambios de gobierno, sus titulares se han visto enfrentados una y otra vez a colegas del propio gabinete, nostálgicos o sometidos a presiones de los afectados por la apertura.
En medio de esos debates, el Comex ha sabido mantener su carácter de organismo técnico con objetivos bien definidos. En esa tarea el reconocimiento no debe ser tan solo para quienes encabezaron el Ministerio, sino también para su personal, capacitado y especializado en altísimo grado.
La labor de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo también merece especial mención. Es una iniciativa privada, apolítica y sin fines de lucro, con casi cuatro décadas de tesonera labor de promoción del país. En el 2019, el Centro de Comercio Internacional de las Naciones Unidas la distinguió como la mejor institución mundial en el campo de la atracción de inversión extranjera directa.
El tercer pilar del éxito es la Promotora de Comercio Exterior, institución pública dedicada a apoyar a los exportadores mediante estudios de mercado, simplificación de trámites e identificación de oportunidades de encadenamiento. El clima favorable al emprendimiento orientado hacia los mercados internacionales es uno de los méritos sopesados por las empresas cuando deciden el destino de su inversión.
Esa institucionalidad pública y privada del comercio exterior potencia nuestro exitoso modelo de desarrollo basado en la competitividad. No sobra recordarlo porque periódicamente surgen cuestionamientos fundados en un pasado mítico, de posibilidades mucho más limitadas. El análisis del fDi Intelligence no pasa por alto la oportunidad de comentar sobre la realidad de antaño: Costa Rica, dice, recorrió un largo camino desde que fue exportadora, hace décadas, tan solo de productos agrícolas. Hoy, los sectores de dispositivos médicos, «software» y tecnologías de información y servicios empresariales representan el 60 % de la inversión extranjera directa y buena parte de las exportaciones.
Si no hemos conseguido, como sociedad, que los beneficios de la apertura lleguen a todos los sectores de la población, si los índices de pobreza siguen estancados y la educación exhibe debilidades, debemos buscar las razones en las deficiencias de otras políticas públicas, pero no en un modelo que nos ofrece tantas ventajas.