Editorial

Editorial: Hostigamiento en la Corte

Con frecuencia, señalaron dos magistrados, las sanciones contra infractores con cargo de jefatura son muy leves y la víctima continúa en el puesto subordinado

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El hostigamiento y el acoso sexual persisten porque infinidad de instituciones públicas y privadas insisten en encubrirlos, caracterizarlos como faltas menores o sancionarlos con la mayor levedad posible. La regla es lavar los trapos sucios en casa y cerrar el expediente con la mayor celeridad posible.








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