Editorial

Editorial: Lucha contra la desinformación

El problema de las falsas noticias no puede ser resuelto mediante la limitación del debate público y la libertad de expresión. El remedio propuesto por un proyecto de ley sometido a conocimiento de la Asamblea Legislativa es peor que la enfermedad

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La difusión de noticias falsas mediante Internet causa daños extraordinarios, hasta hace poco insospechados. Abundan los ejemplos, pero el más notable es la elección estadounidense del 2016. Los servicios de inteligencia norteamericanos ya no tienen duda del esfuerzo desplegado para interferir en los comicios. Tan inquietante como la posible distorsión del resultado son los temas explotados para lograrla.








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