En nada sorprenden los nombramientos de los representantes de tres grandes economías mundiales como Estados Unidos, China y Francia para desempeñarse como directores adjuntos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero la escogencia de la exministra de Comercio Exterior Anabel González para el cuarto de esos cargos destaca por las modestas dimensiones de nuestro país que, no obstante, es un activo partícipe en el comercio internacional y constante defensor del intercambio basado en normas.
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, seleccionó a la estadounidense Angela Ellard, al francés Jean-Marie Paugam, al chino Xiangchen Zhang y la costarricense González para encabezar junto con ella la importantísima organización encargada de arbitrar disputas y estimular el intercambio.
La renovación de la dirigencia de la OMC ocurre en un momento de enconada confrontación comercial entre las grandes potencias, resurgimiento del proteccionismo y dispar respuesta a la pandemia de la covid-19. Los medios para enfrentar la escasez mundial de vacunas y su concentración en el mundo desarrollado están entre las prioridades de la OMC en la actualidad, incluida una petición respaldada por decenas de países para levantar temporalmente la protección a la propiedad intelectual con respecto a las vacunas.
La embajadora Katherine Tai, representante comercial de los Estados Unidos, felicitó a la directora general por la selección de su equipo y expresó su deseo de trabajar en conjunto para promover una «robusta» agenda de reforma y hallar soluciones «pragmáticas y eficaces» que salven vidas y ayuden a poner fin a la pandemia. Como también lo hizo Okonjo-Iweala, destacó la incorporación, por primera vez en la historia, de dos mujeres a la plana mayor de la OMC.
Para contribuir a guiar la organización en una etapa tan compleja, González dependerá de la experiencia acumulada a lo largo de más de dos décadas de servicio público y desempeño de funciones técnicas. Participó en el destacado equipo negociador del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta, por sus siglas en inglés), encabezado por el entonces ministro de Comercio Exterior Alberto Trejos.
En esa época destacó como directora general de negociaciones comerciales internacionales del Ministerio de Comercio Exterior (Comex) y fue su titular durante la administración de la presidenta Laura Chinchilla (2010-2014). Terminado ese gobierno, se incorporó al Banco Mundial y de ahí pasó a dirigir la División de Agricultura y Productos Básicos de la OMC. También fue consultora del Banco Interamericano de Desarrollo.
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La directora general Okonjo-Iweala describió a González como una reconocida experta mundial en comercio, inversión y desarrollo económico, con amplia y probada trayectoria gerencial en organizaciones internacionales y del sector público. El reconocimiento implícito en el nombramiento trasciende a González para proyectarse también sobre el país.
El DR-Cafta, finalmente aprobado con el impulso del presidente Óscar Arias en un reñido referendo nacional, convirtió a González y al resto del equipo negociador en blanco de las críticas opositoras, pero fue decisivo en la reafirmación de la vocación del país por la apertura y la competencia en el mercado internacional, tanto en el intercambio de productos como en la atracción de inversiones.
La nueva directora adjunta de la OMC suma a su formación técnica la fortaleza de esa dura experiencia política. Sin duda le será útil al enfrentar los retos de su nuevo cargo. Es justo desearle éxitos en el desempeño de sus obligaciones y compartir con ella el orgullo por su nombramiento.