El miércoles, en por lo menos seis ocasiones, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, evitó confirmar si el gobierno acudirá al Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de apoyo para enfrentar la grave crisis de las finanzas públicas. Sin el menor respeto por los costarricenses y los observadores internacionales, echó mano de viejas tácticas de la política tradicional para evadir preguntas y dar al traste con toda pretensión de transparencia.
La pirotecnia verbal comenzó cuando Josué Bravo, redactor de La Nación, preguntó directa y claramente si la administración mantiene la idea de acudir al FMI. «El gobierno conversa continuamente con todas las instituciones, con todos los organismos multilaterales con los cuales tiene relación, como el BID, el BCIE, el Banco Mundial, el FMI, la CAF», respondió el ministro. El periodista insistió, insatisfecho con la evasiva, pero Villegas se limitó a decir: «Ya le respondí».
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Entrevistado poco después por Ignacio Santos, en Telenoticias, continuó el bailecito. Santos le recordó una entrevista del 17 de setiembre cuando el gobierno presentó su fallida propuesta para negociar con el FMI y el ministro, a tono con el resto del equipo económico, calificó el futuro convenio de vital e indispensable. Luego, el periodista preguntó sin ambigüedades: ¿Habrá acuerdo con el fondo?
La respuesta daría risa si el tema no fuera tan serio: «Somos absolutamente conscientes de la necesidad del ajuste fiscal». Acto seguido, Villegas hizo una pirueta para comentar la «buena» noticia de la caída en la recaudación en solo ¢600.000 millones, la mitad de los ¢1,2 billones pronosticados al inicio de la pandemia. «Desde nuestro punto de vista, la necesidad del ajuste fiscal persiste y es importante concretarlo para asegurarnos el futuro de las finanzas públicas», agregó.
Santos no se dejó marear: «En eso está de acuerdo prácticamente todo el país. Mi pregunta concreta es si ustedes van a insistir en un acuerdo con el Fondo Monetario». Y siguió el bailoteo: «En este momento, yo creo que desde el punto de vista del gobierno, sin renunciar a ese acuerdo, lo fundamental es consolidar los esfuerzos que salieron de la mesa de negociación. Lo fundamental es construir a partir de ahí esa propuesta de ajuste para que, precisamente, cuando presentemos el ajuste completo al país tengamos una base sólida sobre la cual podamos trabajar; una base de consenso. Eso anduvimos buscando, eso obtuvimos y eso es lo fundamental para nosotros, como gobierno, para darle tranquilidad al país».
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Santos repasó la insuficiencia de los acuerdos del diálogo y la ausencia de ajustes estructurales para insistir: «No creo que con esos acuerdos ustedes puedan llegar a hablar nada seriamente con el Fondo Monetario». Entonces, Villegas admitió la insuficiencia de las propuestas, pero las calificó de base «para construir otras cosas».
Poco después, el periodista recordó la incumplida calendarización inicial de las conversaciones con el FMI y preguntó si hay nuevos plazos para la negociación. Por sexta vez ese día, el ministro evadió la pregunta: «El gobierno tiene a partir del próximo martes primero de diciembre el control de la agenda parlamentaria durante ocho meses. Durante esos ocho meses y empezando lo más pronto posible, en el mismo mes de diciembre, estaremos presentando proyectos directamente relacionados con el ajuste fiscal…».
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Nadie le preguntó a Villegas si el país conversa con los organismos internacionales, si es consciente de la necesidad de un ajuste fiscal ni cuándo comienzan las sesiones extraordinarias del Congreso. La burla es tan obvia que el burlador sale burlado. La empresa internacional del mercado de capitales Stifel ofreció a sus inversionistas una opinión sobre el diálogo tantas veces citado por el ministro para crear la ridícula nebulosa: «Sin jamás mencionar el programa del FMI, el diálogo fue puramente simbólico», dice la empresa estadounidense.
El gobierno debe hablar al país con la verdad y con respeto, no como lo hace el ministro de Hacienda. Por eso, nos permitimos preguntar al presidente de la República: ¿Está su gobierno decidido a lograr un acuerdo con el FMI? No preguntamos otra cosa, solo esa, pero la preguntaremos con insistencia.