Editorial

Editorial: Violencia política inaceptable

El atentado contra Donald Trump fue también un acto contra la esencia de la democracia

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El ejercicio de la violencia es incompatible con la democracia. Si bien los Estados democráticos ejercen justificadas potestades coercitivas, estas solo son legítimas dentro del marco de la ley, de manera acotada y con garantías para el debido proceso. Más allá, la violencia vulnera la discusión libre y la convivencia, y distorsiona el ejercicio pleno de la voluntad popular. Su peor forma es atentar contra la vida de candidatos, porque nunca las balas deben imponerse sobre los votos para decidir las elecciones.








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