El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) dejó vencer un crédito por $399 millones para desarrollar el megaproyecto Orosi II, necesario para garantizar el abastecimiento de agua a 638.000 habitantes de 15 cantones de San José, Heredia y Cartago. La obra ampliaría el proyecto Orosi I, construido en 1987 para conducir el agua del embalse El Llano hasta la mitad de la población de San José y parte de los habitantes de Cartago.
La necesidad fue prevista hace décadas. La idea de Orosi II surgió en 1990 y en el 2013 se dieron los primeros pasos. Según anunció el AyA en la pasada administración, la etapa de diseño había avanzado un 70 %. El préstamo fue aprobado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en noviembre del 2020 y el país debía formalizarlo en dos años exactos. Ese plazo venció en noviembre del año pasado.
La actual administración lo explica por la necesidad de completar los estudios de factibilidad y diseños para volver a solicitar el crédito con “costos reales” y evitar una renegociación en el camino. Además, el proyecto todavía no está aprobado por el Ministerio de Planificación (Mideplán).
Si la administración anterior solicitó un crédito inferior al valor de la inversión, cabe preguntarse por la conveniencia de renegociar de camino, como tantas veces sucede, en vez de enfrentar nuevos retrasos. Los proyectos mal estimados son un vicio del desarrollo de obra pública en el país y las renegociaciones con frecuencia resultan costosas, pero en este caso la otra parte es un banco cooperante y su disposición a ampliar el crédito en condiciones razonables no está en duda.
Más bien el BCIE, consultado por La Nación, dijo mantener su disposición a apoyar al AyA para ejecutar el proyecto. Incluso, antes del vencimiento del plazo, conversaron con la institución para esbozar un nuevo plan a partir de los estudios de factibilidad y los diseños actualizados.
El proyecto cobra mayor urgencia frente a la reducción de las lluvias, especialmente en la vertiente del Pacífico y el Valle Central, por el arribo del fenómeno de El Niño. La afectación se producirá este año y el próximo, pero mientras más rápido se encare el faltante de agua en el Valle Central, menores serán las dificultades planteadas por nuevos ciclos y por las variaciones más duraderas del cambio climático mundial. El proyecto garantizaría el suministro hasta el 2041.
El Proyecto de Abastecimiento para el Acueducto Metropolitano Quinta Etapa (PAAM), conocido como Orosi II, suministraría 2.500 litros por segundo a los cantones beneficiados. Incluye obras para captar el agua, potabilizarla y conducirla hasta empalmar con el acueducto metropolitano. Son 42 kilómetros de tuberías y 8,6 de túneles, una planta potabilizadora nueva en Patarrá, una pequeña central eléctrica, varias estaciones de válvulas de interconexión y cuatro tanques de hasta 10.000 metros cúbicos.
Los 2.500 litros por segundo librarían de racionamientos en determinadas épocas del año a Alajuelita, Curridabat, Desamparados, Escazú, Goicoechea, La Unión (Cartago), Montes de Oca, Mora, Moravia, San José, San Pablo (Heredia), Santa Ana, Tibás y Vázquez de Coronado.
AyA tiene la iniciativa entre manos desde hace demasiados años y la voluntad de financiarla fue reiterada por el BCIE. Las amenazas planteadas por los fenómenos climáticos dejan poco margen para cometer errores o aumentar la cadena de posposiciones. Ojalá los ajustes anunciados se hagan a la brevedad y se pueda retomar el crédito para ejecutar las obras cuanto antes.