Una de las creencias de esta era de la computación consiste en afirmar que el cerebro es como una computadora. Nada más alejado de la realidad; este creó las computadoras. La célula cerebral, o neurona, aunque "casi" igual a las restantes células del organismo ya tiene un metabolismo semejante y posee una membrana, un protoplasma y un núcleo similar, y sus genes, ante estímulos diversos, producen proteínas, enzimas y hormonas; sin embargo, se diferencian por la gran cantidad de conexiones que establecen con las otras células de su cerebro, gracias a prolongaciones llamadas dendritas, y mediante otras largas llamadas axones, origina una red que se extiende del cerebro a todo el cuerpo de una persona para recibir información o dar respuesta.
Pero esa función cerebral va más allá del estímulo-respuesta de las restantes células, ya que, además, dan lugar con su funcionamiento a la mente y sus diferentes componentes (conocimiento de las cosas, capacidad de razonar, inteligencia, memoria, creatividad, emociones, etc.).
El cerebro acepta e interpreta con rapidez la información proveniente de los sentidos, diferencia entre diversas opciones y ante situaciones creadas, saca conclusiones y da soluciones. Puede aprender sin instrucciones (genéticas) previas, con base en la información que recibe debido a su capacidad de razonar. Las computadoras, a pesar de ser máquinas maravillosas, solo pueden responder o realizar tareas según los programas que el ser humano le haya colocado en su memoria.
No sabemos aún cómo se producen la reflexión, el amor, la lealtad, la ambición y la intuición; esta última especialmente desarrollada en los genios, consiste en la facilidad para observar hechos de la naturaleza, sacar conclusiones e intuir ciertas cosas, que no posee el común de la gente, y da lugar a la creación artística o científica.
Pensamiento crítico. Es en el cerebro donde reside el conocimiento y la capacidad de analizar los hechos, imaginarnos cosas y hacer descubrimientos. La complejidad y la capacidad creativa del cerebro humano no la posee la computadora más avanzada, ya que es la mente humana la que la programa, según su conocimiento, para que le ayuden en diferentes campos y, por supuesto, no poseen pensamiento crítico para diferenciar el bien del mal.
El razonamiento se perfecciona con el tiempo y nos permite aprender de la experiencia; esto es, aprendemos de nuestros errores y aciertos; eso comenzó a hacer la diferencia con los restantes animales superiores y nos dio la oportunidad de crear cultura y, entre ella, inventos como las computadoras.
Pero hay algo más; llamamos conciencia al conocimiento que la mente, producto de la función de nuestro cerebro, tiene de todo, y en especial al conocimiento que el ser humano tiene de su propia capacidad para pensar y actuar "nos damos cuenta de la existencia de uno mismo" y, además, de que somos capaces de pensar, soñar, amar, odiar, y razonar. Creamos, y creemos debido a su funcionamiento, algo que, por supuesto, no tienen las computadoras, aunque estas y el cerebro trabajan con energía eléctrica.
La mente hace frente a las situaciones del mundo exterior, mostrándonos lo material o lo que se considera "real" como casas, árboles, animales, etc.
Esto está fuera de nuestro cerebro o mente, y es independiente de él. Otros seres humanos aprecian esto en forma similar. Ese mundo exterior es de todos.
Por otro lado, está el mundo interior que cada ser humano posee con sus pensamientos, reflexiones, ilusiones, dudas, sueños. Este existe solo en nuestra mente; solo nosotros somos conscientes de eso: es nuestro mundo interior y personal. Y si bien otros no pueden detectar la conciencia mía, yo sí sé que esta existe, como sé que no existe en una computadora.