La destrucción creativa, concepto popularizado por el economista Joseph A. Schumpeter, describe el patrón que ocurre naturalmente en una economía de mercado, donde empresas y modelos de negocios viejos son desplazados por nuevos. Costa Rica se encuentra ante una gran oportunidad si es capaz de utilizar este concepto a su favor.
Un popular ejemplo de destrucción creativa son las empresas y comercios de venta y distribución de música y películas en formato físico, reemplazadas por nuevas empresas basadas en la distribución del mismo producto, pero en archivo digital, con modelos de negocios modernos.
La Revolución Industrial, junto con el desarrollo de la producción en línea, trae consigo muchos otros casos de la misma naturaleza. Evidentemente, el disparador de este comportamiento usualmente se relaciona con la innovación tecnológica o hitos socioeconómicos y políticos importantes en la historia global.
Veamos otro caso. El mundo enfrenta una crisis ambiental de graves consecuencias. El aumento de emisiones de gases de efecto invernadero incrementará las temperaturas promedio globales hasta 4 °C o más para el 2100. Tomar acción inevitablemente nos llevará un nuevo episodio de destrucción creativa.
Así como la naturaleza le permite a ciertas especies desplazar a otras y dominar zonas ante eventos disruptivos, empresas y negocios pueden sobrevivir a la destrucción creativa con una actitud visionaria y capacidad de hacer cambios significativos en su estructura interna, su tecnologías y sus sistemas de producción, incluso en su servicio o producto ofrecido.
Primer paso. Estrategias verdes para la reducción de desechos, consumo energético y campañas de responsabilidad social corporativa son un excelente primer paso. Sin embargo, en un mundo donde los insumos materiales y energéticos tradicionales son cada vez más escasos y el desecho de materiales es cada vez más dañino para el ambiente, este primer paso no es suficiente a largo plazo.
Corporaciones multinacionales en la industria petroquímica, productoras de materiales sintéticos, transformándose en productoras de biomateriales potencialmente capaces de desplazar el uso de plásticos, así como corporaciones en la industria automotriz, desarrollando vehículos eléctricos libres de emisiones, son claros ejemplos de evolución ante un eventual cambio mundial hacia la sostenibilidad.
Costa Rica, con su envidiable imagen de país sostenible y habiendo sido pionera numerosas veces en el pasado, debe ser líder y tomar en cuenta este concepto para muchas de las estrategias del país, y crear una herramienta que aumente su competitividad a escala global.
Es posible para Costa Rica utilizar el concepto de sostenibilidad para encontrar nuevos nichos de mercado, y, por ende, alejarse de la competencia existente en los nichos tradicionales, donde simplemente se ha perdido tracción ante los altos costos de operación del país.
Modernización. En el sector público, la modernización de instituciones del Estado en aras de la sostenibilidad es prioritaria. La Refinadora Costarricense de Petróleo, si incursiona en la distribución de combustibles alternativos como el hidrógeno y el biogás, más allá de proyectos meramente experimentales, podría transformarse en una empresa de vanguardia, capaz de ofrecer sus servicios a países del Istmo.
El Instituto Costarricense de Electricidad, al incrementar su tope de compra de electricidad a productores de energía renovable privados, incrementaría su oferta eléctrica con proyectos menos costosos e invasivos con el ambiente, previendo el incremento de demanda en transporte eléctrico que se avecina.
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En el sector privado, apoyo significativo debe ser brindado a pequeñas y medianas empresas de investigación y trabajar en el desarrollo y comercialización de tecnologías sostenibles, como energía renovable y manejo de desechos, entre muchas otras, que al fin de cuentas terminarán siendo atractivas para la industria nacional e internacional.
En este aspecto, debe tomarse en cuenta el concepto de creación destructiva desde el punto de vista de corporaciones multinacionales, que pueden encontrar en Costa Rica una buena opción para dar su propio paso evolutivo. Ante toda crisis, siempre existe una oportunidad, y Costa Rica tiene ventajosas herramientas para aprovechar esta.
El autor es ingeniero mecánico.