EscucharLa entrada en vigor del matrimonio igualitario dentro de 14 meses presenta una gran oportunidad para Costa Rica.
El mercado rosa ha sido fuente de ingresos en países como Francia y Estados Unidos. El hábito de consumo de la comunidad LGBTI, por lo general, es mucho mayor, porque gozan de poder adquisitivo debido a las menores cargas familiares que muchos de ellos poseen.
Tal y como lo demostró un estudio titulado Consumo con orgullo, la población homosexual supera con creces a la heterosexual en cuanto al afecto e-commerce o comercio electrónico. En el documento se evidenció que un 63 % frente a un 55 %, la comunidad LGBTI consume más, una diferencia proveniente de personas, en su mayoría, jóvenes homosexuales.
En el cuidado personal, los miembros de la comunidad son quienes compran más productos saludables y de belleza, característica que identifica al colectivo, aunque más motivados por la estética que por razones de salud. Pero estas no son las únicas áreas de mayor consumo.
El turismo, por disfrutar de una sociedad más abierta, aumentaría el deseo de gais y lesbianas de venir al país, invertir y generar dinero. Como sucedió en Colombia, posterior a la aprobación del matrimonio igualitario, en el 2016, la comunidad aportó a la economía $24.600 millones impulsados por el turismo, cuidado personal y el entretenimiento.
El Gobierno es uno de los principales beneficiarios ante esta situación pues existe un gran nicho a su favor. La comunidad LGBT generaría grandes beneficios para el país, además del impuesto sobre la renta, ya que, en su mayoría, compran vehículos, casas y abren negocios, etc. En fin, contribuyen sobremanera al fisco.
Nuevos negocios. Por otra parte, su grado de aceptación podría dar un gran vuelco a nuevos negocios en Costa Rica, como lo es el de las bodas para personas del mismo sexo, las cuales han sido muy exitosas en países occidentales, según el Pew Reacher Center.
En la ciudad de Nueva York, este negocio, solo en el primer año, generó aproximadamente 230 millones de euros, además de crear empleos e impulsar la economía norteamericana. Pero, al parecer nuestros políticos no han entendido que la aceptación del matrimonio entre personas del mismo sexo puede traer inversiones extranjeras y contribuir al crecimiento de nuevos emprendimientos para nuestra atrasada Suiza Centroamericana.
Está comprobado que la comunidad LGBTI, en su gran mayoría, cuenta con un alto nivel de estudio, y el no reconocerles sus capacidades en el mundo del trabajo, genera un daño a la productividad. Por lo tanto, colocar a personas incompetentes para el puesto o con perfiles menores, produce pérdidas y cierto desprestigio a compañías que se dejan llevar por la preferencia sexual de una persona, situación que por ninguna razón los define.
En el mundo hay entre un 5 % y un 7 % de homosexuales, lo que equivale dos veces al continente europeo. Ahora es posible visualizar la dimensión de lo que estamos hablando.
Oportunidades existen, lo que necesitamos en Costa Rica son decisiones inteligentes, tomadas por personas inteligentes y capaces de comprender lo que necesita el país.
Al igual que México, Estados Unidos y Francia, el mercado rosa ayudará a solventar la situación tan deplorable en la que nos encontramos hoy. Recuerden, como mencionó el economista de UBS, Paul Donovan, “mientras se discrimina a una pareja homosexual, se desperdicia, e incluso se destruye, el capital financiero de una sociedad”.
El autor es estudiante de periodismo.
