El mundo está presenciando un cambio decisivo hacia un sistema de producción inteligente, lo que implica una evolución radical en la naturaleza del trabajo.
El nuevo modelo productivo se nutre de una complejidad creciente y de conexiones más profundas, que demanda habilidades nuevas y prioridades ajustadas tanto para las empresas como para los trabajadores.
En este paradigma, destacan cinco claves para entender la dinámica laboral. Comprender las nuevas condiciones es la luz que permite apreciar la evolución del mundo productivo. A continuación, las transformaciones cualitativas que tienen efecto cuantitativo:
1. Flexibilidad y realización personal. La tendencia va más allá de la simple búsqueda de empleo; las personas aspiran a trabajos que ofrezcan no solo flexibilidad horaria y geográfica, sino también oportunidades para su crecimiento personal y profesional.
Este enfoque holístico del trabajo incluye la salud mental, el bienestar y el activismo social y ambiental, que refleje una calidad de vida acorde con los ideales del siglo XXI.
2. Competencias dinámicas. La demanda de competencias evolucionó. Se requieren habilidades técnicas y la capacidad para adaptarse a entornos cambiantes, pensar de manera crítica y creativa, y comunicarse en múltiples idiomas. Implica un reto para el sistema educativo y de formación profesional en un país que debe adaptarse para satisfacer tales necesidades.
3. Revisión de prioridades en la era poscovid-19. La pandemia redefinió el concepto de trabajo e impulsó mayor flexibilidad e integración del emprendimiento y la movilidad laboral.
El cambio de paradigma obliga a las empresas a replantear sus estrategias y ubicaciones en procura de adaptarse a un entorno laboral más fluido y diverso.
4. Emprendimiento como expresión personal. El emprendimiento cobró un nuevo significado, ya que ha evolucionado de la creación de empresas a la manifestación de la creatividad y autonomía individuales. Emprender se convierte en un derecho y en una forma de realización personal, impulsados por la transición hacia sistemas productivos más avanzados y sostenibles.
5. Avance hacia la producción inteligente. Costa Rica se coloca a la vanguardia de la producción inteligente, integrando avances tecnológicos, como la inteligencia artificial, en sus procesos productivos.
El cambio trasciende la automatización, pues busca incorporar la inteligencia colectiva y redefinir conceptos fundamentales como el dinero, el financiamiento y la gestión del tiempo.
El desempleo en Costa Rica no puede explicarse únicamente por la falta de ofertas de trabajo. Es resultado de una desadaptación entre las habilidades y expectativas de las personas, además de las necesidades del nuevo sistema productivo.
La solución requiere un enfoque integral que no solo promueva la formación en competencias dinámicas, sino que fomente la flexibilidad laboral y reconozca el valor del trabajo en todas sus formas.
Agustín Gómez Meléndez es estadístico e investigador del Centro de Investigación Observatorio del Desarrollo de la UCR.
Lizette Brenes Bonilla es directora del Observatorio de Mipymes de la UNED.