La evolución, o aparece de forma natural o debido a un evento. Gracias a una madre, salió a la luz pública la necesidad de que los protocolos o normas de atención evolucionen en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Los protocolos o normas de atención tienen varias características: son biomédicos, monodisciplinarios, intrainstitucionales e intrasectoriales. Estas características evitan que otras visiones se integren en los respectivos documentos, y por ello se siguen cometiendo los mismos errores, en particular, cuando los documentos tienen un alto contenido de derechos humanos.
Isabella del Milagro Gutiérrez Herrera era una recién nacida prematura extrema, que presentó durante varias horas signos claros de vida. Al tomarse en cuenta en el protocolo solamente las referencias médicas internacionales, que afirman la poca probabilidad de vida o, a la postre, una pobre calidad de vida, se dejó a este único argumento la decisión sobre la vida de un recién nacido, sin importar otros elementos. No debemos olvidar que tal razonamiento se ha utilizado en otros momentos para que un Estado decida quién vive o muere.
Debemos aprovechar el momento para que el pensamiento evolucione. Los protocolos o normas deben evolucionar en los siguientes aspectos: interdisciplinaridad, interinstitucionalidad e intersectorialidad.
La interdisciplinaridad evitaría una visión única —la biomédica—, con lo cual los argumentos se enriquecerán al participar otras disciplinas del pensamiento. La interinstitucionalidad fortalece los mecanismos de control y seguimiento, y además obligaría a los entes rectores a cumplir con su función (PANI, Defensoría de los Habitantes, Ministerio de Salud, Inamu). La intersectorialidad incluiría no solo al sector sanitario, sino también a otros, entre los que cabe citar la sociedad civil.
La madre de Isabella, Angie Herrera, actuó sin saberlo como representante de la sociedad civil, al revelar a la opinión pública una situación que pudo evitarse. La sociedad civil incluye no solamente a los ciudadanos que velan por sus derechos, sino también a organizaciones no gubernamentales con experiencia en derechos humanos, esto es, expertos en derechos de la niñez desde la vida prenatal.
Esta evolución no es sencilla, pues amplía la participación a otros actores en la aprobación de normas y protocolos, y puede ser traumático para quienes están acostumbrados a escuchar solo un tipo de argumentos.
El autor es pediatra.