Otra vez se está discutiendo en la Asamblea Legislativa todo lo referente a la fertilización in vitro (FIV), y otra vez algunos diputados están planteando estratagemas para aprobar una ley que en el papel permita la FIV en Costa Rica, pero en la práctica no será viable realizarla por todas las restricciones ilógicas que plantean. Otra vez nos quieren dar atolillo con el dedo a los que padecemos de infertilidad y necesitamos la FIV.
Estos diputados pertenecen a los mismos partidos que durante cuatro años, en la administración pasada, no permitieron que la FIV se pudiera realizar: Renovación Costarricense, Restauración Nacional, Accesibilidad sin exclusión, Alianza Democrática Cristiana y Liberación Nacional; además, ahora se une a ellos el Movimiento Libertario.
Nueva ley. Estos legisladores, que no son médicos, no realizan la FIV, ni tienen especialistas en reproducción humana como asesores, quieren aprobar una ley en la que la cantidad de óvulos que se permiten fertilizar es mínima, lo que produciría que las parejas tengan que realizarse muchos ciclos innecesarios de tratamiento para poder lograr el embarazo.
Lo anterior traería consigo muchos riesgos para las mujeres que se deben realizar la técnica, además de que produciría más gastos económicos y psicológicos para las personas con infertilidad, sus familias y el Estado.
Es ridículo ver cómo ahora algunos diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) y del Movimiento Libertario (ML), que en la campaña política indicaron estar de acuerdo con los derechos humanos y con la realización de la FIV, sufran lagunas mentales con respecto a estos aspectos y decidan aprobar una ley que producirá que la fecundación in vitro no se pueda practicar en nuestro país.
Algo que deben tener en cuenta los señores diputados es que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) fue muy clara en su resolución, en la que indica que la FIV se debe permitir de inmediato, y debe ser una técnica que responda con los más altos y actualizados cánones científicos en materia de técnicas reproductivas.
Recuerden, señores diputados, que la infertilidad es una enfermedad, una discapacidad según la Organización Mundial de Salud (OMS), y debe ser tratada en este país.
En Costa Rica muchas parejas necesitamos la FIV como técnica de tratamiento para nuestro padecimiento. Desde hace muchos años, en este país, se realiza la naprotecnología, la inseminación srtificial y la GIFT (transferencia de gametos), pero cuando estos tratamientos no tienen éxito es necesario la realización de la FIV, como último escalón.
La infertilidad no espera, y el tiempo para nosotros es oro, porque cada minuto representa una guillotina que nos cae sobre nuestras cabezas y, además, nos quita para siempre la posibilidad de ser padres.
Señores diputados, dejen de politiquear con nuestra salud y nuestros sueños. Sean sinceros: si no quieren aprobar una técnica FIV científicamente correcta, digan que no, pero no aprueben una técnica que no se puede realizar en este país, ya que esto continuará con la inequidad en salud que tenemos en este momento.