Nuestro esquema de vacunación surgió hace 70 años con la finalidad de proteger a la población infantil de la poliomielitis.
Gracias a mentes preclaras, el programa se fue consolidando y fortaleciendo hasta alcanzar, en este momento, también a adolescentes, adultos y adultos mayores contra 19 enfermedades que otrora dejaron dolor y muerte en el territorio nacional.
En la actualidad tenemos una vacunación de ciclo de vida con coberturas superiores al 95 %: una de las mejores de América Latina
Los resultados están a la vista: el país erradicó la polio, el sarampión y mantiene bajo control enfermedades como el tétanos, la difteria, la tosferina, la tuberculosis, la rubeola, la varicela, las paperas y otras.
Mas los éxitos de la vacunación no cesan. Gracias a la decisión adoptada por nuestras autoridades, tras el consejo de numerosos especialistas, en el 2004 se inició la vacunación contra la influenza, que se ha ido ampliado, con el paso de los años, a más grupos de riesgo.
Solo el año pasado se aplicaron alrededor 1,3 millones de dosis. Los resultados de esta acción son evidentes: disminuyeron las complicaciones y, consecuentemente, las muertes por neumonías, especialmente de nuestros adultos mayores.
La introducción de la vacuna contra la varicela también dio sus frutos. Ya existen estudios que demuestran los beneficios en el país y las hospitalizaciones cayeron sustancialmente.
En marzo del 2019, Costa Rica tomó la decisión de invertir en la introducción de la vacuna contra el rotavirus, con la finalidad de aliviar a la población infantil de las consecuencias indeseadas de ese microorganismo.
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En junio del 2019, adoptamos la decisión de incluir la vacuna contra el papiloma humano para reducir el riesgo de cáncer de cuello de útero en las próximas cohortes femeninas.
Hoy enfrentamos una pandemia que tiene postrado al mundo entero y que en la vacunación cifra la esperanza de vencer un virus que generó crisis sanitaria, económica y política en diversas partes del orbe.
El país hizo el esfuerzo de comprar 6 millones de dosis contra la covid-19 para proteger a 3 millones de personas de diferentes edades y de distintos grupos de riesgo.
Con este propósito, grupos técnicos del Ministerio de Salud, la Comisión Nacional de Emergencias, las universidades, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) efectuaron un intenso trabajo para alcanzar a esa población en el menor tiempo posible y, por eso, debemos tener confianza y ser solidarios con todas aquellas personas de riesgo, que están dentro de las prioridades señaladas. La promesa es que a la ciudadanía en general le llegará el momento de protegerse.
Más que nunca debemos sacar lo mejor y cooperar en este proceso sin alterar el orden establecido. Debemos tener confianza, porque se ha trabajado con denuedo en el programa de vacunación.
Fueron muchas horas de sueño, muchas horas de desvelo para organizar este plan, que culminará con la protección de más de la mitad de la población, para que prácticas egoístas lo borren.
Debemos ser solidarios con quienes más lo necesitan y tener mucha fe y esperanza en que venceremos en conjunto el mortal nuevo coronavirus.
El autor es gerente médico de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).