La ley de empleo público necesita la alineación de los diputados, pero llama la atención que los desalineados con la necesidad de ahorro para el país sean los diputados de oposición. Las dos fracciones tradicionales son los casos que más saltan a la vista.
La fracción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), irónicamente, está desunida. Pablo Heriberto Abarca parece obstinado en la idea de aumentar el salario a los empleados actuales, cuyo ingreso sea inferior al global, a pesar del elevado costo para Hacienda y el criterio de la Procuraduría y constitucionalistas de la talla de Rubén Hernández, y de que, de una u otra forma, el proyecto tendrá que pasar el tamiz de la Sala Cuarta.
LEA MÁS: Editorial: Dinámica del endeudamiento público
Lo mismo le pasa a Pedro Muñoz, quien respalda un proyecto completamente nuevo, que nunca verá la luz en el Congreso. María Vita Monge casi nunca está alineada con la posición de su fracción, y de otros diputados no sabemos.
Por el lado del Partido Liberación Nacional (PLN), Roberto Thompson sufre el mismo problema de ingenuidad que su compañero Muñoz con respecto a su nuevo proyecto. Franggi Nicolás también suele decantarse por posiciones populistas, muchas veces contrarias a las de sus compañeros.
El jefe de fracción verdiblanco, Luis Fernando Chacón, se inclina por respaldar la posición del diputado Abarca y Carlos Ricardo Benavides, quien es un líder indiscutible en su partido, obra con cautela y, por ahora, no se compromete.
En esta coyuntura, es necesario que los diputados recuerden que el mayor disparador del gasto público son justamente los salarios y remuneraciones, y habiendo negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) o no, el proyecto de ley de empleo público es el mejor legado al país para enderezar el rumbo de las finanzas estatales.
Estamos en año electoral, pero tener al gobierno alineado con la idea de producir ahorro inmediato mediante este proyecto —entiéndase no permitir que los empleados cuyo salario sea más bajo que el global se pasen al salario más alto— es tener más de la mitad del camino recorrido.
Sería catastrófico que los diputados de las fracciones más grandes (PUSC y PLN) desaprovecharan esta histórica oportunidad.
El autor es ingeniero en sistemas.