Costa Rica debería ponderar, aún más, la agricultura en el mercado mundial. El país es tradicionalmente agrícola. Los productos orgánicos se han posicionado de forma significativa en la demanda mundial y es preciso ajustarse a ello.
Las autoridades del gobierno se están preocupando y el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) tiene intención de poner al alcance del agricultor conocimientos abiertos y productivos que promuevan su participación en la creación de riqueza, como, por ejemplo, la exportación de melón y sandía orgánicos por medio aéreo o pargo rojo fresco que llega de un día para otro a los puertos de Estados Unidos. Estos ejemplos revelan el camino de oportunidades que tiene el país, pero falta consistencia en la coordinación de los elementos necesarios para garantizar el éxito.
¿Cómo solucionar este obstáculo de forma inmediata? El gran problema reside en la dificultad de adquirir permisos para agroquímicos, lo cual obstruye el alcance de nuevas fórmulas o nuevos ingredientes activos.
Al no contar con modernos plaguicidas, tanto para la cosecha como para la poscosecha de frutas y verduras, se cierran mejores oportunidades de producción y exportación.
Acciones. Debe tomarse en cuenta, en primer lugar, considerar las impugnaciones hechas al Decreto Ejecutivo 40069-MAG-Minae-S, así como al Reglamento del Registro de los Ingredientes Activos y Plaguicidas Formulados, llevadas a cabo por la Federación Costarricense para la Conservación de la Naturaleza, el Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense y la Defensoría de los Habitantes.
En segundo lugar, es preciso modernizar el procedimiento de inscripción, para lo cual participan tres identidades estatales: el Movimiento de Agricultura Orgánica Costarricense, el Ministerio de Salud y el Servicio Fitosanitario. Debe disponerse de una ventanilla única, como en otras instituciones, para evitar la tramitomanía.
Es recomendable, como tercera acción, dotar de inmediato de más recursos al personal encargado de tramitar las solicitudes.
Mundo cambiante. Como empresario costarricense, me corresponde contar mi experiencia, con el fin único de dimensionar el gran problema que nos aqueja.
Hace más de dos años presentamos tres peticiones para emplear ceras para frutas, usadas en la poscosecha, pero no se vislumbra la aprobación. Tanto los esfuerzos mercadotécnicos como los de investigación y desarrollo quedaron truncados, esfuerzos que con facilidad quedarán desfasados según la demanda debido a los efectos de un mundo cambiante.
Otra forma de ilustrar el panorama actual es el del Movimiento de Agricultura Orgánica. Como empresa, desarrollábamos un producto orgánico para frutas de exportación, y hemos entendido, luego de hacer proyecciones, que representa una gran oportunidad para la agricultura costarricense y debe fomentarse intensamente. Sin embargo, debemos hacerlo en todo sentido, junto con el agricultor costarricense y sin poner en ascuas al empresario fabricante de bienes técnicos para este gran sector productivo.
Si se actúa en forma multidireccional, evaluando las necesidades del sector, tendremos éxito y, así, coadyuvamos a la oferta de trabajo.
El autor es empresario.