Carlos Llano Cifuentes, filósofo, profesor y empresario, se refiere a la capacidad de resistencia, a la capacidad de enfrentarse a la incertidumbre, a las crisis, a las amenazas y a lo que se denomina genéricamente peligro.
Apunta a que la resistencia es la única actitud posible cuando las dificultades parecen ser superiores a nuestras fuerzas y no podemos huir de ellas.
La capacidad de resistencia se pide de manera especial a aquellas personas que dirigen, porque se espera de ellas autoridad.
Autoridad proviene del verbo augere que significa aumentar, ir por delante; al que le corresponde enfrentar las dificultades primero que a los otros. Algunos mandan, pero carecen de autoridad. Aunque cobran como directores, no dirigen a ningún puerto.
La capacidad de resistencia se contrapone a la de rendición. La evasión es una manifestación de falta de fortaleza, de valentía.
Resistir es diferente de resignarse. El que se resigna se deja llevar por la corriente. Llano señala que en el lenguaje clásico existía una palabra —robur— para significar una cualidad humana —la fortaleza— y un árbol particular —el roble—.
El roble tiene raíces y troncos robustos. Para ser fuertes necesitamos asideros o lugares donde enraizar como pueden serlo las familias, el trabajo y los amigos. En la vida son más importantes las raíces que las ramas.
«Las tempestades y las riadas no las aguantan los árboles frondosos, sino los arraigados». En situaciones de crisis son los principios los que nos van a sostener. Ellos nos hacen más resistentes.
Ante las dificultades se adoptan posturas distintas. La del fanatismo es pensar que no nos puede pasar nada, y si nos pasa, la vida no tiene sentido. La realidad es que puede pasarnos de todo y la vida sigue teniendo sentido.
La del fatalismo es pensar que nos puede pasar de todo y cualquier cosa que hagamos será inútil. Un pesimismo que impide ver que muchos acontecimientos dependen de nosotros.
La postura intermedia es la serenidad para compatibilizar la aceptación de las circunstancias, por duras que sean, con nuestro ímpetu y pasión para cristalizar nuestros proyectos.
La autora es administradora de negocios.