La integración de fuentes renovables, como la energía eólica y solar, en la matriz energética es esencial para afrontar la crisis climática global. La generación distribuida no solo fortalece la resiliencia y diversificación del sistema energético, sino que también democratiza el acceso a la energía, haciéndola más asequible y equitativa. Para reducir los costos a las personas consumidoras y maximizar el uso de estas fuentes limpias, es fundamental contar con un entorno regulatorio claro y eficiente.
Costa Rica ha desarrollado un modelo eléctrico basado en fuentes renovables y así ha logrado una cobertura superior al 99% de la población. Actualmente, más del 98% de su energía proviene de fuentes como la hidroeléctrica, eólica, solar y geotérmica. Este enfoque ha permitido compatibilizar la expansión del suministro eléctrico con la conservación ambiental y el crecimiento económico, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La trayectoria de innovación en el sector eléctrico de Costa Rica también se refleja en la creación de la Ley N.° 10.086 para la Promoción y Regulación de los Recursos Energéticos Distribuidos a partir de Fuentes Renovables. A través de un proceso de construcción colectiva, diversos actores del sector han acordado lineamientos fundamentales para regular y promover la generación distribuida. Esta legislación busca consolidar un modelo energético descentralizado, facilitando la generación de energía renovable por parte de los consumidores y reforzando el compromiso del país con la sostenibilidad.
Sin embargo, a dos años de su promulgación, la implementación de esta ley ha tenido sus obstáculos, persisten retos en la equidad tarifaria, costos asociados al uso de la red y la incertidumbre regulatoria sobre los excedentes inyectados. Tales factores pueden desincentivar la inversión en generación distribuida y afectar la seguridad jurídica, por lo que garantizar un acceso predecible a la red eléctrica será clave para fortalecer un entorno propicio para estas soluciones energéticas.
En enero pasado, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) organizó un foro que reunió a actores clave para abordar conjuntamente los desafíos identificados en la implementación de la Ley N.° 10.086 sobre generación distribuida a partir de fuentes renovables. Con la colaboración de la legisladora Kattia Cambronero Aguiluz, este espacio permitió un intercambio abierto y constructivo entre representantes del Poder Ejecutivo, la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep), empresas distribuidoras de electricidad, el sector industrial, generadores y consumidores, todos comprometidos con el desarrollo y la modernización del sector energético.
Para el PNUD, dicha iniciativa constituye un paso fundamental en su misión de facilitar diálogos inclusivos que promuevan el desarrollo sostenible y contribuyan al cumplimiento del ODS número 7, que busca garantizar acceso universal a energía asequible, segura, sostenible y moderna.
Este foro no solo sirvió como una plataforma de reflexión en torno a los retos existentes, sino que también impulsó la búsqueda de soluciones colaborativas orientadas a mejorar el marco regulatorio y a fortalecer las condiciones para el crecimiento de la generación distribuida.
El espacio propiciado por el PNUD evidenció que los actores clave están hablando el mismo idioma y muestran una clara voluntad para construir soluciones conjuntas y llegar a acuerdos. Además, quedó evidenciada la capacidad de equilibrar intereses diversos en beneficio de un sistema energético más justo y eficiente.
Este enfoque colaborativo es crucial para que la generación distribuida –incluyendo los sistemas de generación para autoconsumo, almacenamiento de energía, vehículos eléctricos y los sistemas de interconexión necesarios para la gestión eficiente de la red– se convierta en una realidad tangible en el corto plazo, y se impulse, de esta forma, una transición energética más limpia, equitativa y descentralizada.
Seguiremos facilitando espacios de diálogo clave para promover los ajustes regulatorios que impulsen la generación distribuida como una solución indispensable para el futuro energético.
Sandra Sosa Cárcamo es representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Costa Rica
