La edición del 29/10/08 de La Nación , nos ofreció un interesante reportaje sobre el XIV Estado de la nación en desarrollo humano sostenible , en el que se destaca como titular: “Mayoría de pobres está fuera de programas contra la pobreza”; luego se dan cifras preocupantes que lo demuestran. En un informe reciente de la Naciones Unidas, se afirma que el hambre afecta a 923 millones de personas en el mundo.
Según investigadores de la ONU, para el 2005 existían en el mundo más de 1.000 millones de viviendas precarias. La oferta de vivienda en el Tercer Mundo apenas satisface el 20% de la demanda. Hambre y vivienda precaria, dos caras de una misma moneda: pobreza
¿A que se debe la pobreza? El capital, incluso los recursos naturales, son condiciones necesarias, pero no suficientes para el progreso. Tenemos ejemplo de ello en países como Japón, Suiza, Singapur, que tienen muy pocos recursos naturales, y, sin embargo, ¿quién dudaría del desarrollo que han alcanzado? Venezuela, en cambio, ha tenido recursos naturales abundantes y enormes cantidades de capital, y, sin embargo, está lejos de ser un país desarrollado.
El desarrollo económico de un país tiene mucho que ver con las capacidades y talentos de la gente, los valores humanos, las actitudes sociales, la educación en todos sus niveles, las condiciones políticas… Hace 5 décadas el destacado economista escandinavo R. Nurkse acuñó la frase: “El círculo vicioso de la pobreza”, explicando que se trata de una conjunción de fuerzas que actúan y reaccionan una sobre otra, de tal manera que mantienen a un país pobre en estado de pobreza.
Posteriormente, el profesor C. Winslow reafirmó el concepto, al afirmar que pobreza y enfermedad constituyen también un círculo vicioso. Las personas se enferman porque son pobres y se empobrecen aún más porque se enferman. Un autor más reciente, L. Harrison, en su libro El subdesarrollo está en la mente , comienza afirmando que no hay diferencias genéticas, importantes entre las razas, grupos étnicos, o países y que la cultura, particularmente la que afecta al progreso, se transmite socialmente.
La gente es educada por sus padres, sus iguales, las escuelas, las iglesias, los medios de comunicación. El tema central del libro de este autor radica en su creencia, obtenida de su experiencia de más de 20 años en diversos países de Latinoamérica, de que la cultura, por encima de cualquier otro factor, explica por qué algunos países crecen más rápida y equilibradamente que otros. Por cultura Harrison entiende los valores y actitudes que una sociedad inculca a su gente, a través del hogar, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación.
Hay que educar para la vida, sembrar valores morales como la disciplina, el trabajo, el orden, la autoestima, tanto personal, como de familia, sociedad y país, el estudio, la perseverancia, el ahorro, el respeto, las tradiciones, son las cosas que tenemos que inculcar a nuestros niños y adolescentes, si queremos construir un gran país.
Medios de Comunicación. El poder de los medios de comunicación audiovisuales, en especial la televisión, e Internet, es inmenso, pero no solo no los aprovechamos positivamente, sino que los tenemos en nuestra contra a la hora de educar a nuestros hijos.
En un experimento realizado en EE. UU. por el diario US News & World Report , se hizo que un equipo de investigadores mirara la TV durante una semana en el horario de mayor audiencia, y el resultado indicó que hubo un acto sexual, o referencia al sexo, cada 4 minutos, y se cometieron mas de 50 crímenes en el lapso de una hora. También citaron que el niño y el adolescente promedio, ven cerca de 22 horas de televisión semanal.
Respecto a Internet, el sitio www.Internetfilterreview.com , que todos los años recopila estadísticas para orientar a los padres de lo que los niños y adolescentes ven en la red, encontró 4,2 millones de sitios pornográficos con 72 millones de visitas al año, siendo los mayores consumidores de pornografía los niños entre 12 y 17 años. Igualmente, que el 90% de los niños entre 8 y 16 años, han visto pornografía, principalmente al hacer la tarea. De lo anterior, ¿quien podría dudar de la importancia y el deber de ejercer un control paternal sobre estos visitantes no invitados en nuestros hogares?
Proposición. En lo social lo que queremos proponer es que la sociedad civil organizada, las empresas con responsabilidad social, y los medios de comunicación, diseñen y lleven a la práctica una serie de microprogramas audiovisuales y escritos, para uso masivo, con apoyo del Estado, que exalten los valores trascendentales del ser humano, en especial aquellos necesarios para mejorar la moral, la autoestima y el orgullo nacional, y para desarrollar actitudes que fomen-ten el progreso, la creatividad, el trabajo, la disciplina, el ahorro, la cooperación y la solidaridad.
Solo de esta manera romperemos el círculo vicioso y perverso de la pobreza y podremos aspirar a destacarnos como nación. Con trabajo, disciplina, honestidad, perseverancia, ahorro. La educación es tarea de todos: en el hogar, en las escuelas, en las iglesias, en la calle, en los medios de comunicación.
Romper el círculo de la pobreza es labor colectiva, es un estado de conciencia y una actitud positiva. El Gobierno tiene desde luego un rol fundamental; como orientador y promotor, también tiene que dar ayudas para casos de emergencia, porque con hambre no se piensa y hay muchos niños desnutridos y hambrientos. Sin embargo, la verdadera labor es de efectos a largo plazo, lo que quiere decir que hay que empezarla de inmediato.