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La felicidad: un derecho humano

En el índice de felicidad ocupamos el primer lugar, pero dicha posición contrasta con otras

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El lamentable deceso de mi abuela materna me llevó a la sede notarial para las diligencias mortis causa y luego a entidades financieras por un asunto relacionado con un bien inmueble, donde me solicitaron que varios escritos fueran refrendados por un juez ordinario, petición que me tomó por sorpresa, pues de esta forma se desconocen las potestades del notario como garante de la fe pública.








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