El principal objetivo de los registros de salud es proporcionar información útil sobre prevalencia, evolución de resultados y necesidades, que permitan prevenir y/o atender las enfermedades infecciosas y crónicas que afectan a las comunidades a nivel local y global.
En el caso de la actual sindemia-pandemia por la covid-19, que ha generado una crisis sanitaria, económica y social generalizada, los gobiernos han utilizado y publicado datos abiertos, con énfasis en los aspectos sanitarios, amparados en la normativa e infraestructura desarrollada.
No obstante, su calidad y uniformidad varían según el caso, con diferencias importantes que dependen de la capacidad y el nivel de coordinación entre organismos y entidades de salud. Además, a nivel internacional el seguimiento y reporte de casos confirmados, fallecimientos y letalidad, en algunos casos dependen de la ideología política; por ejemplo, algunos gobiernos de izquierda como Nicaragua, Corea del Norte y Tayikistán, unilateralmente decidieron no reportar los casos reales por covid-19, contrario a la mayoría de las naciones que a diario reportó el avance de la crisis, lo que la convirtió en la pandemia más mediática de la historia. Sin embargo, a nivel mundial, el conflicto armado entre Rusia y Ucrania le bajó la inmediatez a la información diaria de la covid-19.
A nivel nacional, la disminución oficial de la frecuencia del reporte epidemiológico de diario a semanal afectó la comunicación entre las autoridades de salud y la población. Aunado a esto, el hackeo sufrido por la CCSS obligó a apagar servidores y computadoras, generando un vacío de datos desde el 31 de mayo del 2022, que afectó gravemente la atención de la crisis.
Realidad local
Este desconocimiento de la cantidad acumulada de casos y muertes por o con covid-19, el número de personas hospitalizadas, los pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y la cantidad de vacunas aplicadas, provocó una ruptura brusca en el análisis de la evolución de la covid-19 en Costa Rica.
Por otra parte, el nuevo gobierno eliminó el uso obligatorio de las mascarillas en instituciones públicas (excepto en los servicios de salud) y en lugares cerrados, que ha generado mayor desinterés entre la población por evitar el contagio con el virus.
La OMS indicó que cuando existe una pandemia, una respuesta apropiada y eficaz requiere determinar y caracterizar los factores que aceleran o desaceleran la transmisión, identificar los grupos de población más vulnerables y generar datos de alta calidad, accesibles, fiables, oportunos, abiertos y fidedignos, que permitan generar información valiosa para la toma de decisiones en tiempo real.
Ante esta situación, con todo respeto manifiesto que es fundamental que el Ministerio de Salud establezca un plan B, para darle seguimiento a la crisis sanitaria más importante de los últimos 100 años o quizás, ¿será que el plan A es dar por finalizada la crisis sanitaria por la covid-19?
El autor es microbiólogo y salubrista público, director del Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).