Ignaz Semmelweis descubrió en 1847 que había algo que disminuía la mortalidad en su clínica
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PorDarner A. Mora Alvarado
La medicina reconoció hace varios años que las manos son las principales portadoras de gérmenes causantes de diferentes enfermedades infecciosas. El padre del lavado de manos es Ignaz Semmelweis, quien en 1847 propuso lavarlas cuidadosamente con agua clorada (hipoclorito cálcico), cuando trabajaba en la Clínica I de Obstetricia del Hospital General de Viena, donde la mortalidad entre los pacientes hospitalizados en la sala atendida por obstetras era tres y hasta cinco veces mayor que en la sala atendida por matronas en la Clínica II, las cuales sí se lavaban las manos con agua clorada.
No obstante, la OMS, mediante el Programa Conjunto de Monitoreo (PCM), empezó a utilizar los indicadores de higiene y lavado de manos en sus informes sobre los progresos de agua potable y saneamiento a partir del 2015 y creó la escalera de servicios del PCM para la higiene en tres niveles: básico, limitado y sin instalaciones.
El primero consiste en la “disponibilidad de una instalación de lavado de manos con agua y jabón en el hogar”. El segundo o limitado es la “disponibilidad de una instalación para lavarse las manos que carezca de jabón en el hogar”. El tercero sin instalaciones para lavarse las manos.
El indicador de higiene básico también se utiliza para monitorear el progreso hacia la meta 1.4 de los objetivos de desarrollo sostenible, relativa al acceso universal a los servicios básicos.
Entre el 2015 y el 2022, la cobertura global de servicios básicos de higiene aumentó del 67 al 75 % y la cobertura rural del 53 al 65 %, pero permaneció prácticamente sin cambios en un 83 % de las áreas urbanas.
En los 20 países de América Latina, solo 13 aportaron datos de servicios básicos de higiene, entre ellos, México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Colombia, Cuba, Haití, Paraguay, Ecuador, Bolivia, la República Dominicana y Paraguay.
En el caso de Costa Rica, de acuerdo con la OMS, del 2015 al 2022 el avance fue leve, del 85 al 86 % de la población, con servicios básicos de lavado de manos, mientras que México pasó del 91 al 94 %; no obstante, la cobertura de agua potable gestionada en forma segura fue del 43 % en el 2022, mientras en Costa Rica, según el PCM, fue del 81 %, aunque según los datos del Laboratorio Nacional de Aguas del AyA alcanzaba el 90 %.
Debido que la OMS deja de lado que el lavado de manos con jabón debe efectuarse con agua potable, el Laboratorio publicó el estudio Higiene y lavado de manos: propuesta para pasar de lo básico a lo avanzado, enfocado en la covid-19 y otras infecciones.
La higiene de las manos debe realizarse con agua limpia o potable para que el hábito pase a formar parte de la cultura.
El autor es microbiólogo y salubrista público, director del Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
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