El pasado 25 de abril del 2024, escribí y publiqué el artículo titulado “Palpar el agua es tocar a Dios”. Este escrito fue desarrollado en un contexto de escasez del preciado líquido en el área metropolitana de Costa Rica, aunado esto a la problemática que han estado sufriendo países como México, Colombia, Uruguay y Chile en sus sistemas de abastecimiento de agua para uso y consumo humano, así como a las limitaciones del agua dulce en el canal de Panamá.
No obstante, el agua es tan rara, vital, hermosa y peligrosa, pero, además, curiosamente única, que he decidido en este nuevo texto profundizar en sus enigmas. Por ejemplo, es místico pensar que algo que se forjó en las estrellas, que le ha dado forma a nuestro planeta, se comporte en forma misteriosa. Está presente a la vez en todas partes y a la vez desaparece, y en muchos escenarios, es muy peligrosa. Está representada por la fórmula química conocida como “H2O”. Las cosas son muy solubles en agua; no en vano se le conoce como “solvente universal”.
Esta vital sustancia tiene las propiedades más extremas. Se encuentra, dependiendo de las circunstancias, en estado sólido, líquido y en forma de gas. Es especialmente pegajosa, sus “enlaces” o puentes de hidrógeno son más fuertes que los que se encuentran en muchos compuestos. Tales “enlaces”, en el agua, están muy bien organizados, lo cual permite que su estructura sea muy extendida.
En estado sólido –o en forma de hielo–, se observa en los glaciares o al congelarse a 0 °C. En estado líquido, se presenta en océanos, ríos, mares, lagunas y en la lluvia, entre otros. En la etapa gaseosa, se encuentra en las nubes.
Por acción del calor o del frío, se puede modificar su estado. Las propiedades físicas indican que el agua a presión de una atmósfera se congela a 0 °C y su punto de ebullición es a los 100 °C. Su superficie opone gran resistencia a romperse, lo que permite que muchos organismos puedan “andar sobre el agua”.
Hace falta mucha energía para elevar su temperatura y, posee mayor densidad en estado líquido que en estado sólido, lo cual provoca que el hielo flote en el agua. Con respecto a sus propiedades químicas, presenta gran fuerza de cohesión (atracción) entre sus moléculas. Dichas moléculas de agua permanecen unidas entre sí de forma más intensa que otros compuestos similares.
El agua pura es neutra y presenta un pH de 7. En comparación con otras sustancias, no es ácida ni básica. Como indiqué anteriormente, es un “solvente universal, porque disuelve más sustancias que cualquier otro líquido”. Sus propiedades biológicas señalan que es fundamental para todas las funciones del organismo. Algunos seres vivos son capaces de subsistir sin luz o sin oxígeno, pero ninguno puede vivir sin agua. Además, dentro de cada célula, el agua posee la capacidad de transportar moléculas dentro y fuera de ella.
Por otro lado, existe la hipótesis de que el “agua guarda memoria”, característica que sustenta la Homeopatía. En varios aspectos, el agua es parte de nuestra esencia y quizá siempre hemos entendido que el agua es especial. Pensamos que la podemos controlar, pero podemos quedarnos sin ella de repente, para luego darnos cuenta del poco control que tenemos.
Por eso, si algo puede convencer a un ateo de la existencia de un creador sería la rareza del agua, por lo que palpar el agua es tocar a Dios.
Darner Mora Alvarado es microbiólogo y salubrista público, director del Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
