De acuerdo con el demógrafo Luis Rosero, la covid-19 deja a su paso grandes repercusiones en todos los ámbitos, y uno de ellos es la evolución de la esperanza de vida al nacer de los costarricenses, la cual pasó de 79,7 años en el 2019 a 78,25 en el 2021.
Un estudio llevado a cabo en 29 países, entre estos Estados Unidos, Chile y la mayoría de las naciones europeas, reveló que solamente en Estados Unidos este índice cayó en el 2020 con respecto al 2019 en un año y ocho meses.
En el caso de España, la esperanza de vida descendió de 81 años a 79,3, el mayor bajón registrado en la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE) español.
Ridhi Kashyap, coautor del estudio hecho por la Universidad de Oxford y publicado en la revista Journal of Epidemiology, afirma que “la magnitud de las pérdidas observadas en el 2020 no se han visto desde la Segunda Guerra Mundial en muchos países de Europa occidental, como España, Inglaterra, Gales, Italia, Bélgica, Francia, los Países Bajos, Suecia y Portugal, con datos disponibles para el siglo XX”.
Un tercer estudio fue realizado por Patrick Heuveline, de la Universidad de California en Los Ángeles, que estima que en todo el mundo la esperanza de vida al nacer cayó, en promedio, dos años, un retroceso que no se había visto desde 1950.
Los investigadores analizaron 98 países y hallaron que en 8 se perdieron 4 años o más. Estos están, lamentablemente, en las naciones latinoamericanas, entre ellas, México, Perú, Bolivia, Paraguay y Guatemala, sin tomar en cuenta Brasil porque no ha aportado datos desde el comienzo de la pandemia sobre la incidencia de la covid-19 en la esperanza de vida de sus ciudadanos.
Cabe señalar que este indicador de salud pública es sensible a otras situaciones, por ejemplo, la falta de acceso a sistemas de salud, la violencia y la pobreza, la escasez de agua o problemas de saneamiento e higiene.
Los estudios mencionados no tomaron en cuenta, sin embargo, los 15 millones de personas que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que murieron directa e indirectamente por covid-19 entre enero del 2020 y diciembre del 2021.
La cifra es inferior a otra publicada en marzo en la revista The Lancet para el mismo período de estudio, de 18,2 millones de fallecimientos.
De conformidad con investigaciones hechas por el Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), los decesos alcanzarían 16,1 millones en ese lapso.
Estas estimaciones sugieren que el impacto en la esperanza de vida podría ser más impresionante al final del 2022.
El autor es microbiólogo y salubrista público, director del Laboratorio Nacional de Aguas del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA).