En un artículo recientemente publicado en el medio digital Aceprensa, se abordó el tema sobre cómo la generación Z busca la trascendencia acudiendo al pensamiento mágico. Una encuesta de YouGov America del 2022 recoge una muestra aleatoria de 1.000 estadounidenses adultos, la cual expone que el 87 % de los jóvenes tienen creencias definidas como “espiritualismo de la nueva era”.
Por su parte, un informe de la Fundación Jean-Jaurès y la Fundación Rebot, de enero del 2023, revela que el 49 % de los franceses de entre 11 y 24 años creen que la astrología es una ciencia, un 35 % creen en la reencarnación y un 23 % en los fantasmas.
Asimismo, un estudio del Springtide Research Institute, del 2021, señala que el 51 % de una muestra de más de 10.000 encuestados de entre 13 y 25 años reconoce que acude a las cartas del tarot o a la adivinación. De ese porcentaje, el 17 % lo practica a diario, el 25 % una vez a la semana, el 27 % una vez al mes y el 31 % menos de una vez al mes.
En el 2019, un informe de Fullscreen Culture Report, empresa de Otter Media y líder mundial en entretenimiento social, sugiere que está surgiendo una cultura mística entre los jóvenes de 18 a 34 años, ya que el 43 % tomaría decisiones vitales basándose en una lectura del horóscopo o del tarot, y 1 de cada 3 está de acuerdo con que la astrología es una forma de dar sentido a las cosas que ocurren en su vida.
Exacerbado por la pandemia
Hubo un pico de interés durante la pandemia del coronavirus. Según la revista británica The Skeptic, solo en Estados Unidos las búsquedas online de “cartas del tarot” y “cómo leer las cartas del tarot” experimentaron un aumento del 50 % en el 2020, en comparación con el 2019, y la revista Forbes, al principio de la pandemia, señaló que las lecturas sobrenaturales habían aumentado un 136 % en las primeras semanas de la cuarentena.
Con la pandemia, sobrevino un uso más intensivo de las redes sociales y otras plataformas como Instagram. De hecho, según Google Trends, las búsquedas del término “carta astral” se triplicaron durante el 2020 y el 2021. En TikTok, hay más de 2.400 millones de publicaciones bajo el hashtag #tarottok y algunas aplicaciones de citas, como Bumble, permiten que sus usuarios filtren sus búsquedas por signo del zodíaco.
En Aceprensa se plantearon por qué las generaciones más tecnológicas y que han vivido el mayor avance de la ciencia buscan sentido en este tipo de prácticas. Expertos afirmaron que el acceso a las redes y la insatisfacción con la sociedad moderna fomentan la adhesión a estas creencias.
“Estamos perdiendo de referencia el pensamiento crítico y así las creencias del pensamiento mágico encuentran el terreno abonado”, declaró Pedro Juan Martín, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y en Antropología Social. Este entorno líquido resulta afectado por una cultura que moldea las redes sociales, la falta de formación en las propias creencias y una dimensión subjetiva de la verdad.
La filósofa Zena Hitz, quien estudió en Cambridge y se doctoró en Princeton, es conocida por su defensa pública del autoaprendizaje y la educación liberal. Afirma que Google ha hecho mucho daño a nuestro concepto de conocimiento. Ahora el conocimiento se transformó en lo que dice una autoridad sin nombre y sin pruebas.
El verdadero conocimiento, dice Hitz, exige la comprensión personal de la verdad de algo, y eso implica analizar, demostrar y descubrirlo por nosotros mismos. Los jóvenes pueden dar por hecho que no es necesario contrastar las cosas, encontrar evidencias y ponderar el peso de las verdades por sí mismos.
En su libro Los placeres ocultos de la vida intelectual, Hitz trata sobre el sentido común y el pensamiento único masivo. Comenta que el miedo a nuestra fragilidad frena el crecimiento interior.
De acuerdo con su teoría, es posible vivir en una red de fantasías y engaños que dan la espalda a nuestra intrínseca verdad. Se crece cuando estamos situados en la realidad y no atrapados en una ilusión.
Frivolidad actual
“Todas las cosas que realmente nos importan y que nos hacen crecer requieren disciplina”, agrega la filósofa, para quien la internet es una grave y profunda amenaza para el desarrollo intelectual y creativo de la humanidad y apuesta por los buenos libros y los buenos maestros para mantener su poder transformador.
Hitz explica que los peligros del siglo XXI no son la maldad y la mentira, sino la frivolidad que consiste en no tomarnos en serio la trascendencia. “Si no buscamos la trascendencia, sea cual sea el resultado, perderemos el arte, el pensamiento y todos los frutos de la cultura humana”, sostiene. De lo contrario, agrega, prevalecerá la cultura del consumo, donde se compran y venden posturas e identidades.
El pensador francés Jean Guitton exhortaba a los jóvenes a no renunciar a pensar por sí mismos, a cultivar el pensamiento crítico y a no abdicar de la verdad. A escapar a la trivialidad cultural y sembrar profundidad donde existe liviandad.
La vida intelectual, aunque implica exigencia, está al alcance de todos. Es necesario el esfuerzo, el silencio, la atención sostenida y la perseverancia en el estudio, la buena lectura y la escritura. ¿Se está volviendo la lectura algo contracultural? Parece que es un acto de rebeldía. No hay fórmulas mágicas para la vida, pues con ella no se juega.
Quizás algunos coincidiremos con Pedro Juan Martín en que “hay verdad más allá de la ciencia, pero el pensamiento mágico no es el camino”. Será mejor tener un buen libro en las manos que jugar cartas.
La autora es administradora de negocios.