El envejecimiento humano es un proceso propio, progresivo, dinámico e irreversible que involucra la disminución de las capacidades de los diferentes órganos y sistemas para responder a cambios en el medio ambiente o en el medio interno. En él intervienen múltiples factores biológicos, psíquicos y sociales, y no existe una causa única que explique por qué se envejece, sino un conjunto de factores interrelacionados.
El conocimiento de los cambios fisiológicos relacionados con la edad permite hacer una diferencia entre las características del proceso de envejecimiento y signos y síntomas de enfermedades que no son consecuencia de envejecer, como la demencia (pérdida de la memoria) o la anemia. Es indudable, entonces, que la multiplicidad de problemas que enfrentan las personas adultas mayores requiere la consideración de todos los aspectos biológicos, psicológicos, sociales y económicos de una manera individual.
El envejecimiento en los seres humanos, de acuerdo con Finch, se inicia a los 40 años, de tal manera que entre los 40 y los 60 años se deben implementar todas las acciones necesarias para garantizar el envejecimiento exitoso y extender la esperanza de vida libre de enfermedad.
Halagos para el país. Dentro de todo este proceso están inmersas la geriatría y la gerontología. La geriatría es la rama de la medicina que trata a las personas adultas mayores que padecen enfermedades médicas, psíquicas, funcionales y sociales, vistas desde una óptica de la cuadrifuncionalidad y la integralidad. La gerontología es la rama de la ciencia que estudia el proceso del envejecimiento de una manera holística. La una con la otra se complementan.
En nuestro país se han venido desarrollando estas especialidades médicas desde hace más de 22 años. La sede de la enseñanza está en el Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, donde se ubica el Departamento Clínico de la Escuela de Medicina y la Cátedra de Geriatría y Gerontología de la Universidad de Costa Rica, convirtiéndolo así en un hospital docente único en el país en su especialidad.
Recientemente, Costa Rica fue seleccionada para participar en la celebración del 20 aniversario de la Academia Europea de Medicina del Envejecimiento (EAMA, por sus siglas en inglés), en Venecia, Italia. La participación de nuestro país fue ovacionada por los miembros de la Academia, que está compuesta por todos los académicos de geriatría de las mejores universidades de Europa, una organización reconocida por la Unión Europea y catalogada como la institución más importante en este campo en la actualidad.
El presidente de la academia, Corneil Sieber, de la Universidad de Nuremberg, Alemania, manifestó de una manera entusiasta su total apoyo y reconocimiento al planteamiento realizado y exhortó a continuar progresando de esa manera proactiva, innovadora y planificada con todos los programas y servicios que se están implementando paulatinamente en el país.
Un hospital nuevo. ¿Qué se requiere para completar todo este proceso de una manera exitosa?
Se requiere del apoyo contundente, vigoroso y decidido de todos los actores de la sociedad, es decir, de las autoridades de Gobierno, académicas, instituciones públicas y privadas y de la sociedad civil. La mayor parte de la sociedad no se está percatando del envejecimiento explosivo que está experimentado la población de Costa Rica; por eso, una vez más llamamos la atención ante la necesidad de construir un hospital nuevo con la planeación debida, el diseño adecuado y la capacidad suficiente para atender a las personas adultas mayores que presentan casos de alta complejidad geriátrica, como los que estamos viendo hoy y que se incrementarán aún más en el corto tiempo. De allí la urgente necesidad de que nos preparemos antes de que sea tarde.
A nuestro país, a nivel latinoamericano, se le han reconocido los planes estratégicos que se han venido desarrollando, con discreto apoyo local en el pasado, pero con ideas y talentos propios. En el país se han venido preparando médicos jóvenes, talentosos y comprometidos en el área del envejecimiento, los cuales se han ido integrando en los diferentes hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social. La tarea está en proceso y seguimos con esta labor tesonera, proactiva y silenciosa de darle al país la mejor atención integral (no fragmentada), como merecen sobradamente las personas adultas mayores.
Unámonos para apoyar estos planes y propuestas y hacerlas una realidad, para obtener así el ansiado bienestar, presente y futuro, de todos.
Fernando Morales Martínez, director general del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología.