Los primeros descubrimientos de sacrificios humanos datan de la Edad de Bronce en Escandinavia, una práctica para apaciguar a los dioses; estos luego continuaron en Roma. En Mesoamérica, los aztecas, toltecas y mayas practicaban estos sacrificios, usualmente con niños. En el sur, los incas y los mochicas también eran devotos de esta práctica. Las matanzas que están ocurriendo en los países cercanos como México y Honduras son verdaderos sacrificios humanos en masa, ofrecidos al dios dinero y a la diosa droga. Dos nuevos dioses que conviven con nuestra era, que hacen del ser humano actual un verdadero indígena o medieval, ejerciendo esta antigua práctica. Y así seremos recordados por las futuras generaciones. Nos imaginamos un museo donde, en vez de vasijas, habrá picadura de marihuana y pasta de coca a la par de huesos humanos, como forma de vida de nuestra época, dirán las futuras generaciones. ¡A eso se dedicaba el hombre en el 2010! A sembrar' pero no maíz, sino marihuana, coca y amapola. Además, se estudiarán y se analizarán todas las rutas de transporte y puertos de embarque. Sin duda alguna, Costa Rica será nombrada en los libros o en Internet (difícilmente los libros duren cien años más); el transporte de la droga será considerado o comparado con el del oro o la plata.
Un reciente reportaje del periodista de LaNación, Otto Vargas, sobre John Velásquez, unos de los sicarios de Pablo Escobar, desnuda esta triste pero nueva realidad: cuando una persona que está relacionada con más de tres mil sacrificios humanos, ya sea directa o indirectamente, para su emperador, debe ser considerado como un súbdito leal al rey y a sus dioses. Entonces, con este panorama por delante, vemos cómo el ser humano se acerca cada vez más a la muerte, haciéndose inmune. El asombro queda de lado, para darle paso a la cotidianidad, donde vemos por los diferentes medios de comunicación la cruda realidad de algunas regiones del mundo. Mientras que en el pasado los presentadores de televisión advertían a la población de que las imágenes podían ser consideradas por algunos, como fuertes, hoy en día esta advertencia ya no tiene validez. El reciente debate o aprobación de la nueva ley de consumo de marihuana en California, abre un portillo, un nuevo escenario, donde vemos algunos caciques preparándose para invertir en esta nueva realidad. Entonces nos preguntamos, ¿podremos soñar con que el ser humano sea capaz de cambiarle el rumbo al destino del hombre; o, por el contrario, debemos irnos acostumbrando a esta nueva forma de vida?