Servicios de cuido para niños y niñas

 ¿Cuántas mujeres no pueden trabajar porque sus obligaciones familiares se lo impiden?

EscucharEscuchar
Servicios de cuido para niños y niñas - 1 (Mark Weber)







A finales del siglo pasado, dos tendencias singulares e históricas se consolidaron en Costa Rica, generando nuevos desafíos para la sociedad costarricense del siglo XXI.

Por un lado, en un contexto de transición demográfica avanzada, baja de la fecundidad y aumento de la esperanza de vida, las familias no solo se redujeron en tamaño, sino que, además, se hicieron más diversas.

Se trata de un hecho inédito en el cual la familia tradicional, caracterizada por un hombre proveedor y una mujer ama de casa, comenzó a reducirse y a compartir espacio social con nuevos tipos de familias.

La segunda tendencia importante está asociada con la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral. Un cambio relevante para la economía nacional, que, sin embargo, no se ha dado acompañado de transformaciones en los roles asignados cultural y tradicionalmente a hombres y mujeres al interior de las familias, generando crecientes tensiones entre la esfera laboral y la esfera familiar.

Se trata de una situación que afecta especialmente a las mujeres, por cuanto las responsabilidades domésticas, de las cuales el cuido de niños, ancianos o personas con alguna discapacidad ocupan un lugar central, suelen traducirse en jornadas femeninas dobles y triples.

El ingreso masivo de mujeres al mercado laboral, sin el apoyo de servicios de cuido por parte de la sociedad en general y sin la corresponsabilidad de los hombres al interior de los hogares, les resta a ellas oportunidades y competitividad; aumenta su riesgo a la pobreza e incrementa la vulnerabilidad de los niños y niñas.

En el país este problema fue explícitamente reconocido en el 2006 en la Política Nacional de Igualdad y Equidad de Género (PIEG), que incluye, dentro de sus objetivos estratégicos, uno referido al cuido como responsabilidad social según el cual se busca que “al 2017 toda mujer que requiera servicios de cuido de niñas y niños para desempeñarse en un trabajo remunerado, cuente con al menos una alternativa de cuido pública, privada o mixta, de calidad, dando así pasos concretos hacia la responsabilidad social en el cuido y la valoración del trabajo doméstico”.

Pero, ¿cuántos niños y niñas podrían eventualmente demandar servicios de cuido en los hogares costarricenses? ¿Es esta demanda un asunto solo de los hogares con jefatura femenina? ¿Cuántas mujeres no pueden trabajar porque sus obligaciones familiares, incluido el cuido de infantes, se lo impiden?

Hallazgos relevantes. Un estudio reciente del Estado de la Nación ofrece respuestas a estas preguntas. Un primer hallazgo es que hoy pueden distinguirse en el país claramente tres tipos de hogares importantes con presencia niños y niñas: los hogares biparentales con hombre proveedor y cónyuge ama de casa que representan el 38% del total de hogares; los hogares biparentales con los dos cónyuges proveedores de ingreso que representan el 35% y los hogares monoparentales con jefatura femenina y sin cónyuge, que constituyen el 27% del total.

Estos últimos fueron de los que más crecieron en los últimos veinte años, además son los más afectados por la pobreza.

Un segundo hallazgo importante es que los hogares en los que los dos cónyuges trabajan son los que perciben mayores ingresos y por tanto sufren de menor pobreza. Para estos hogares, disponer de alternativas de cuido es fundamental, dado que sin alternativas de cuido su posibilidad de caer en la pobreza es alto.

Son, además, hogares que están creciendo con mayor dinamismo que los hogares tradicionales en los que solo el hombre trabaja.

Estos últimos, por el contrario, aunque siguen siendo los mayoritarios tienden a reducirse pasando de representar el 63% del total de hogares en 1990 al 38% en 2008.

El tercer hallazgo relevante es que en los tres tipos de hogares hay una importante presencia de niños y niñas de 0 a 6 años: los hogares tradicionales agrupaban 204.654 niños en el 2008, los biparentales con doble proveedor 161.200 y los monoparentales con jefatura femenina 80.361 niños.

El cuido de estos menores es atendido hoy por los hogares de manera privada mediante distintas estrategias.

Finalmente, el último hallazgo relevante es que cerca de 143.815 mujeres desearían trabajar remuneradamente más horas a las semana, pero no lo hacen por tener que atender obligaciones familiares. De estas, 7.302 (5%) pertenecen a hogares monoparentales con jefatura femenina y las restantes 136.513 (95%) a hogares biparentales con doble proveedor.

Ahora que tenemos una mujer en la Presidencia de la República, que reconoce la importancia de este tema para el desarrollo futuro de la sociedad costarricense, quizás podamos, por fin, avanzar en hacer del cuido una responsabilidad social y sea posible ampliar las alternativas de cuido con la participación del Estado, las empresas privadas, las organizaciones sociales y los gobiernos locales.

LE RECOMENDAMOS

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.