Este 8 de marzo se celebró con muchos mensajes de solidaridad, junto con imágenes “floridas”, el Día Internacional de la Mujer. Cada vez es más popular y políticamente correcto enviar algún pensamiento que indique cuánto nos solidarizamos con los derechos de las mujeres. Ese mismo día noté que existe un acertijo que se ha hecho viral y que nos deja una enseñanza fundamental de nuestras actitudes y creencias sobre los derechos humanos.
Se trata del acertijo de la parcialidad implícita, el cual plantea, por ejemplo, que un padre y su hijo viajan en coche y tienen un accidente grave. El padre muere y al hijo se lo llevan al hospital porque necesita una compleja operación de emergencia, para la que llaman a una eminencia médica. Pero cuando entra en el quirófano dice que no puede operarlo porque es su hijo. ¿Cómo se explica esto? Antes de continuar trate de dar una respuesta. Continuemos.
Respuesta. La pregunta en el artículo donde leí la nota (BBC) es: ¿por qué teniendo una respuesta tan obvia no se nos ocurrió, aun siendo personas con una clara conciencia de los derechos humanos en general? Para que no nos sintamos culpables, explican que la eminencia médica es una mujer, que con este acertijo ocurre lo que en términos científicos se denomina como la parcialidad inconsciente o implícita. Y esto les ocurre tanto a hombres como a mujeres.
Me di a la tarea de hacer este experimento con familiares y compañeros de trabajo y, efectivamente, salvo que alguien ya lo hubiera leído, invariablemente todos fuimos víctimas del mismo sesgo.
Infancia. Busqué más información en otras fuentes y encontré que su origen está en nuestra infancia temprana. Cuando aprendemos de lo que nos rodea se crean en nuestro cerebro asociaciones neuronales que nos acompañarán el resto de nuestras vidas, que nos harán relacionar conceptos y recuerdos en forma inconsciente. Según Tinu Cornish, psicóloga del centro Equality Challenge Unit, quien trabaja en asesorías sobre diversidad, “el cerebro inconsciente está a cargo de la mayoría de nuestro funcionamiento diario”.
El concepto de parcialidad implícita es algo que se ha manejado en derecho desde hace bastante tiempo. Por ejemplo, en un proyecto de ley en Argentina sobre el establecimiento del juicio por jurados se lee que una de las causas particulares de recusación es el de la “parcialidad implícita” que inhabilita al jurado para apreciar lealmente los hechos.
El campo de la administración de los recursos humanos es otro en donde podemos encontrar más ejemplos. Malcom Gladwell en su libro Inteligencia intuitiva nos brinda dos. Por un lado, encontró en su investigación en las grandes empresas del grupo Fortune 500, que en la inmensa mayoría de los casos los ejecutivos y directivos son blancos y de sexo masculino. Pero también son casi todos altos, con una media cercana a 1,83 metros. Este autor indica que para llegar a estos puestos es una desventaja ser bajo y mujer. Gladwell explica que este tipo de sesgos, que ahora se critica y que las mismas compañías están tratando de corregir, se derivan de una asociación automática e histórica de una mayor capacidad de liderazgo a una estatura física imponente, que hace que cuando se evalúa un candidato de una estatura superior se sobrevalore y no se midan otros atributos. En otro momento escribiré sobre lo que se está haciendo para corregir este factor negativo en las organizaciones.
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Dudas. ¿Está influyendo el sesgo de parcialidad implícita en esta campaña electoral? ¿Por cuáles razones pasaron a la segunda ronda los dos candidatos? ¿Será que las creencias y convicciones contribuyen a generar parcialidad implícita? Estos son temas interesantes que nos quedan para investigar. Tengo una fuerte tendencia (¿parcialidad implícita?) a creer que, efectivamente, nos afecta y más de lo que pensamos.
Vale la pena que aprendamos, como sociedad, a conocernos mejor para evitar que este fuerte sesgo cause injusticias. ¿Cuál candidato garantiza más un gobierno libre de parcialidad implícita? Menuda tarea nos toca para el próximo Domingo de Pascua.
El autor es administrador de empresas.