El terremoto no logró destruir nuestra histórica ruta nacional N.° 126, pero es lo que está logrando el Gobierno con el cierre de esta ruta nacional.
Los vecinos de la zona del desastre, llámese Cinchona, Cariblanco, Ujarrás o San Miguel y en especial San Miguel (el pueblito aquel que salió en las noticias, en donde aterrizaban los helicópteros) dependen de la ruta nacional N.° 126- Sarapiquí.
Ruta histórica. No es una ruta cualquiera, es una ruta histórica de nuestro país. Comienza por la ruta de Sarapiquí cuando la gobernación española en Cartago usaba la zona de exportación o civilización a través de Los Cartagos, pasando por Varablanca y llegando hasta Puerto Viejo de Sarapiquí, y de ahí a Europa.
La ruta nacional N.° 126, Varablanca-Cinchona-Cariblanco-San Miguel debe abrirse; es decir, encontrando la forma de estabilizar los taludes; no se puede simplemente admitir que esa ruta cerrada nos está empujando a una quiebra que se empieza a percibir.
¿Qué pasa con esos señores encargados de la reconstrucción? ¿Para cuál rumbo dirigirnos? Si hasta nuestro nuevo ministro de Transportes fácilmente les respondió, en días pasados, a los vecinos que el único trabajo que tienen es en La Paz-Waterfall, que caminen horas para llegar, que si no pueden pasar, que busquen otro trabajo. La pregunta del millón es: ¿adónde? ¿Para qué la Nueva Chinchona, arrinconada en el fondo de una calle?
La falta de voluntad de las instituciones nos tiene preocupados porque el Conavi no se pone en nuestros zapatos y se decide a montar un tajo como esos que hace el ICE en todo lado cuando necesitan un proyecto de interés público y así lastrear los tramos que faltan.
Sin salida. Hoy, sentada en un rincón de mi casa, pienso en mi familia, pero también en el resto de familias. Me pregunto nuevamente qué hacemos con todos nuestros vecinos de la Nueva Cinchona si la única valiente fuente de trabajo es nuestra querida fabrica de El Ángel. El ganado está por el suelo, la producción porcina está igual y sin calle, ¿qué otra cosa podemos hacer si nos mandan a buscar trabajo a otro lado? ¿Adónde? ¿Qué es lo que quieren, que cerremos el comercio y tengamos que buscar qué hacer y dejar todas nuestras pertenencias que nos han costado años de trabajo?
De Varablanca a San Miguel de Sarapiquí son 26 km y hay un cuello de botella de 4 km entre el río La Paz y el río El Ángel, que es el que hay que resolver.
Nosotros no estamos dispuestos a quedarnos aquí sentados sin hacerle ver al Gobierno que la única ruta que tiene la zona norte para sacar la exportación e importación hacia Limón, es la que pasa por San Miguel.
Como madre, esposa y especialmente costarricense, les ruego tener compasión de todos nosotros y ponerse en nuestra situación.