
Este 7 de abril, nacion.com cumple 30 años. Treinta. Se dice fácil, pero es un hito enorme: fue uno de los primeros sitios web de noticias en toda América Latina y, sin duda, el pionero en Costa Rica.
En 1995, el mundo digital era apenas una promesa. No existían las redes sociales, ni los celulares inteligentes, ni Google. Pero ya existía un equipo en La Nación que decidió apostarle a ese espacio nuevo y desconocido: Internet. Así nació nacion.com, que comenzó como una versión digital del periódico impreso, actualizada una vez al día y pensada para usuarios que navegaban con módems lentos y navegadores como Netscape.
El sitio debutó con un diseño muy básico y una noticia destacada: el arresto de Ricardo Allen. Esa primera publicación marcó el inicio de una nueva etapa en la historia del periodismo costarricense, en la que Internet comenzaba a convertirse en una herramienta real para informar.
A lo largo de estas tres décadas, el sitio pasó por todas las transformaciones inimaginables: la irrupción de los blogs, el salto a las redes sociales, el contenido multimedia, las breaking news, la web en móviles, la medición de audiencias y, ahora, la inteligencia artificial. Y siempre con una premisa clara: adaptarse sin perder el rigor.
Mi historia con este sitio empezó en 2009, cuando entré a trabajar en La Nación. Desde entonces, mi camino ha estado estrechamente ligado a la evolución digital del medio. Me tocó ser parte de la redacción que comenzó a priorizar la publicación web sobre el impreso, experimentar con nuevas narrativas, trabajar con estrategias de posicionamiento en buscadores y redes sociales, diseñar nuevas experiencias para las audiencias y, más recientemente, impulsar el uso de inteligencia artificial como una herramienta real en las salas de redacción.
Pude ver –desde adentro– cómo el sitio pasó de ser una vitrina digital del diario impreso a convertirse en una plataforma viva, dinámica, capaz de competir en tiempo real, de dialogar con su audiencia y de construir contenido propio, útil y relevante para miles de personas.
Treinta años en línea no solo marcan la historia de un medio. Marcan también una parte importante de mi historia profesional. Crecí con este sitio. Puse en práctica pensar siempre en digital, combinar el periodismo con la tecnología, y valorar el poder que tiene una buena historia bien contada, sin importar en qué formato viaje.
Hoy nacion.com sigue en evolución, y a mí me toca aportar desde el frente de la inteligencia artificial, ayudando a que la redacción use esta nueva herramienta para mejorar su trabajo, llegar más lejos y seguir siendo un referente.
Treinta años no se cumplen todos los días. Pero más importante que celebrarlos es entender todo lo que significan.
darroyo@nacion.com