El pasado domingo, al llegar al país de vuelta de un viaje oficial a España, me enteré de que desde hacía nueve días se desconocía el paradero de mi hermano, Ciro Casas.
Esta mañana me enteré por la prensa del arresto en El Salvador de George Nayor, cuya foto fue reproducida en un diario de circulación nacional.
Al ver dicha foto, reconocí al señor Nayor, con quien coincidí en la fiesta de cumpleaños de Ciro, celebrada en su residencia hace algunos meses.
Sumamente preocupado ante la coincidencia del arresto de Nayor y la desaparición de mi hermano, llamé de inmediato al fiscal general, señor Francisco d’Allanese, con quien me reuní personalmente para informarlo de estos hechos.
Nunca antes ni después he visto al señor Nayor y desconozco cuál pueda ser la relación que tiene o haya tenido con Ciro. En este momento, desconozco el paradero de mi hermano.
Ante la seriedad de estos asuntos y en virtud del cargo que ocupo, considero que es mi deber poner estos hechos en conocimiento de la opinión pública.
Como puede entenderse, estos son momentos sumamente difíciles para mi familia, especialmente para mis padres. Ruego, por tanto, la comprensión de la prensa y, en particular, les pido de la manera más atenta que respeten la intimidad de mis padres, cuya preocupación y angustia todos ustedes pueden comprender.
En este momento no cuento con más información sobre los hechos que enumeré al principio. De llegar a tenerla, la pondré a disposición del fiscal general, Francisco d’Allanese, de la prensa y de todos los costarricenses.