El patrimonio natural y cultural es un recurso material y espiritual que narra el desarrollo histórico de los pueblos. El concepto de patrimonio ha cambiado en los últimos años y hoy abarca lo natural y lo cultural. Icomos, el organismo consultivo de la Unesco para la conservación del patrimonio mundial, incluye en su ámbito de acción el turismo cultural, por sus claros efectos en la preservación e interpretación del patrimonio.
En la última carta sobre el manejo de sitios patrimoniales, Icomos incluyó los paisajes culturales, los sitios históricos y arqueológicos, el patrimonio construido, lo intangible y la biodiversidad como elementos a tomar en consideración cuando se habla de patrimonio. Se establece un vínculo indisoluble entre naturaleza y cultura, nexo determinante dado que ambas expresan el desarrollo histórico y son la esencia de la diversidad e identidad nacional, regional y autóctona, y parte de la vida moderna. La cultura es inseparable del desarrollo sostenible y así lo contempla don Eduardo León-Paéz, presidente del Comité de Desarrollo Sostenible de la Organización Mundial del Turismo (OMT), quien bajo esta concepción filosófica impulsa los proyectos y programas de certificación de sostenibilidad turística.
Enorme reto. El patrimonio es parte integral de la memoria colectiva de los pueblos y es el legado a las futuras generaciones. Por eso es irremplazable y, en el marco de la globalización, el reto en cuanto a la protección, conservación, e interpretación del patrimonio y la diversidad cultural es enorme.
Hoy, las teorías económicas plantean que un desarrollo sostenible responsable respeta y valora el potencial del patrimonio local. Esta concepción es manifestada por los mayoristas del turismo mundial. Cito una entrevista publicada por La Nación , el 23 de enero del 2000: los viajeros de esta época no solo buscan playas exóticas y buen clima, sino buen servicio, hoteles diseñados con categoría y una cultura local sofisticada.
¿Qué vamos a ofrecer a los turistas si no preservamos nuestro acervo patrimonial?
Desde Icomos hemos denunciado ante las altas autoridades nacionales e internacionales el Decreto Ejecutivo N∞ 28174-MP-C-Minae-MEIC, conocido como el decreto de desregulación del patrimonio arqueológico de Costa Rica. Entre varios convenios firmados con la Unesco y con diversos organismos internacionales, Costa Rica ratificó el Código de Ética Mundial para el Turismo, que se firmó en Chile durante la pasada Asamblea General de la Organización Mundial del Turismo (octubre-1999). Con este Decreto Ejecutivo se contravienen todos los incisos del artículo 4∞, "El turismo, factor de aprovechamiento y enriquecimiento del patrimonio cultural de la humanidad", en cuyo inciso 2∞ se establece: "Las políticas y actividades turísticas se llevarán a cabo con respeto al patrimonio artístico, arqueológico y cultural, que deben proteger y transmitir a las generaciones futuras. Se concederá particular atención a la protección y a la rehabilitación de los monumentos, santuarios y museos, así como de los lugares de interés histórico o arqueológico...".
Privilegio costarricense. Estamos conscientes del beneficio del turismo para el desarrollo de los pueblos. En este sentido, Costa Rica es privilegiada al tener una biodiversidad fabulosa, pero también lo es por su diversidad cultural. Por ello traemos a colación otro pronunciamiento de la OMT en el citado Código: "La actividad turística se organizará de modo que permita la supervivencia y el florecimiento de la producción cultural y artesanal tradicional, así como del folclore, y que no conduzca a su normalización y empobrecimiento". (Art. 4∞, inciso 4).
En Icomos consideramos que las recientes políticas del Gobierno atentan y ponen en peligro el liderazgo que Costa Rica ha ejercido en el campo del desarrollo sostenible. Solicitamos que se reconsideren las acciones tomadas, que ponen en jaque la salvaguarda del patrimonio arqueológico.
(*) Presidenta Icomos-Costa Rica