Conforme el país vaya migrando hacia regímenes cambiarios más flexibles, crecerá el papel del mercado en la determinación de los tipos de cambio y disminuirá el papel del Banco Central. Un mayor papel del mercado en el futuro significa que, en la fijación de los tipos de cambio, la interacción entre la oferta y demanda de divisas será el elemento determinante.
En Costa Rica, como en el resto del mundo, un gran número de factores configuran e intervienen en la oferta y demanda de divisas. Aquí, la oferta de divisas proviene, principalmente, de las exportaciones de bienes y servicios, de inversión extranjera directa, de inversión extranjera de cartera y de otras inversiones. Asimismo, la demanda de divisas se explica, mayormente, por las importaciones de bienes y servicios, por la inversión directa, por la inversión de cartera y por otras inversiones que los residentes de Costa Rica realizan en el exterior.
Aquí y en el exterior. Sobre la oferta de divisas influyen, entre otros, el crecimiento económico en el resto del mundo, el precio internacional de nuestros productos de exportación y el nivel de las tasas de interés en el exterior.
Sobre la demanda de divisas influyen, por su parte, el crecimiento económico interno, el precio internacional de los productos que importamos y el nivel de las tasas de interés internas. El rendimiento de los recursos productivos y las políticas públicas, nacionales y extranjeras, son también elementos que influyen sobre la oferta y demanda de divisas.
Implicaciones. La suscripción o el rechazo de tratados comerciales y de inversiones, como el Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (TLC), tienen implicaciones sobre la oferta y demanda de divisas y, por tanto, inciden sobre el nivel del tipo de cambio. Manteniendo todo lo demás constante, si el TLC se aprobara, cabría esperar que el flujo neto de divisas hacia el país sea mayor que si se rechazara.
Lo anterior se explica, fundamentalmente, por el efecto del TLC sobre las exportaciones y la inversión directa, las cuales probablementeaumentarían si se aprobara el referido tratado y disminuirían si este se rechazara y, a su vez, expiraran los beneficios de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe, ICC. Consecuentemente, la aprobación del TLC se asociaría con un nivel del tipo de cambio del colón respecto de otras monedas, que sería inferior al resultante en caso de que se rechazara el TLC y de que expiraran para Costa Rica los beneficios de la ICC.