La Asamblea Legislativa conmemoró este jueves los 75 años de la promulgación de la Constitución Política con un llamado a defender la Carta Magna de los embates antidemocráticos. Los jefes de las fracciones políticas recordaron la importancia del instrumento para evitar los abusos y garantizar la división de poderes.
Antonio Ortega, líder de la bancada del Frente Amplio (FA), afirmó que no hay nada más revolucionario que hacer cumplir la Constitución, “cuando desde la Presidencia de la República se duda de los pesos y contrapesos de la democracia” o se hacen llamamientos, desde el gobierno, “al desorden cada vez que la ley no les permite continuar con sus corruptelas”.
“No hay nada más socialdemócrata, más socialcristiano, más socialista, más liberal, más progresista y más cristiano, que luchar y hacer cumplir nuestra Constitución”, mencionó Ortega, en referencia a las distintas corrientes ideológicas y programáticas representadas por los partidos políticos que integran el Congreso.
El frenteamplista solicitó al presidente de la República, Rodrigo Chaves, que antes de “soñar con cambiar” la Constitución, “primero se la lea, se la aprenda y la haga cumplir”.
“Primero, señor presidente, salgamos de esas tareas y después podemos ver lo otro”, añadió.
Óscar Izquierdo, jefe de la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), también señaló la existencia de “constantes amenazas internas”, por parte del Poder Ejecutivo, contra la Constitución Política y la democracia. “Estamos ante un gobierno que miente, amaneza, intimida, desviando la atención de los problemas acuciantes del país, para justificar su inacción e incapacidad”, argumentó.
Para José Pablo Sibaja, jefe la fracción de Nueva República (PNR), el sistema democrático costarricense tiene retos importantes, como el desmantelamiento de las agrupaciones políticas que, ante la falta de estructuras financieras y organizativas, motivan a los partidos taxi o franquicias a “consolidar liderazgos personalísimos y carismáticos, aunque detrás no tenga ningún equipo, y esto lo sabe muy bien el actual gobierno”, destacó.
La apatía del electorado y los crecientes índices de abstencionismo, también fueron señalados por el legislador. Advirtió de que estas situaciones son el “caldo de cultivo perfecto para el surgimiento de liderazgos autoritarios y peligrosos para la salud democrática del país, como los que estamos viendo actualmente”.
También, mencionó como problemas para la democracia la compleja burocracia del andamiaje público y la decadencia moral de los partidos políticos y sus dirigentes.
Oscuras pretensiones
Luis Diego Vargas, vocero del Partido Liberal Progresista (PLP), dijo que, lejos de ser una celebración, esta fecha “es un recordatorio de luchas que aún no cesan”. Indicó que las agresiones a la institucionalidad surgen de distintas formas, como los altos índices de violencia e inseguridad ciudadana, que afectan directamente al sistema productivo y la economía del país.
Igualmente, señaló que los gobiernos de turno “han buscado miles de formas de minar la Constitución, evadirla y hasta hacer llamados a eliminarla para crear una nueva Constitución hecha, Dios quiera que no, a la medida de oscuras pretenciones”.
María Marta Carballo, líder del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), resaltó la importancia de discutir sobre la democracia y la Constitución Política, pero no para conmemorar las efemérides, sino para “levantarnos en contra de aquellas voces que buscan desestabilizar y atentar contra nuestros pilares democráticos y la base de nuestra sociedad costarricense”.
Defendió la necesidad de “adecuar” la Carta Magna a la realidad actual que vive el país, “pero debemos hacer estos cambios por las vías correspondientes y seguras para Costa Rica”.
Durante su interlocución, la socialcristian hizo un llamado a la Corte Suprema de Justicia “a que entendamos que las circunstancias cambian y que lo que nuestra Constitución Política busca es garantizar, precisamente, una serie de derechos y garantías que ponen al ciudadano de primero”.
“No podemos pretender interpretar la Constitución con las circunstancias de otra época que ya no es nuestra realidad”, indicó.
Por su parte, Rodrigo Arias, presidente del Congreso, expresó la necesidad de “ver con cautela a quienes, al volver la vista atrás, solo ven sombras y nubarrones; también a quienes constantemente nos dicen que todo lo que hacemos hoy está mal; así como a aquellos pesimistas que no vislumbran un futuro mejor”.
El verdiblanco afirmó que “no hay progreso donde la casa está dividida” y que “la confrontación solo nos debilita como nación”.
Finalmente, Pilar Cisneros, jefa del oficialista Partido Progreso Social Democrático (PPSD), aseguró que 75 años después de la Constitución de 1949, hay costarricenses listos para un cambio, mediante un remozamiento de la Carta Fundamental.
“La extraordinaria ventaja que tenemos hoy es que, para otorgarle este nuevo aire a Costa Rica, no necesitamos balas, no necesitamos muertos; lo que necesitamos es, como ha dicho mil veces el presidente de la República, un lapicero en las elecciones del 2026″, alegó la vocera del gobierno.