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La Presidencia de la República argumentó que el mandatario, Rodrigo Chaves, hablaba “en sentido figurado” cuando acusó falsamente a los diputados de oponerse a la entrega de alimentos enviados por El Salvador a los damnificados por lluvias en la zona sur.
El 14 de noviembre, el mandatario les mintió a las personas que estaban esperando la ayuda. Antes de entregarles los paquetes que tenía en las manos, les dijo que los legisladores se oponían a esa asistencia humanitaria. Incluso, les habló de tirar la comida al río. Sin embargo, ni Pilar Cisneros, jefa de la fracción oficialista, ni los demás congresistas del gobierno confirmaron haber escuchado a alguno de sus colegas oponerse a la distribución de los alimentos enviados por el país centroamericano.
Desde esa fecha, La Nación consultó a la Presidencia de la República quiénes fueron los diputados que, según Chaves, pidieron desechar los paquetes de comida.
Veintidós días después, el 5 de diciembre, Casa Presidencial respondió por escrito que el mandatario “pronunció esa frase en sentido figurado, tratando de hacer referencia a que no aceptar la ayuda que tan amablemente nos dio el Gobierno salvadoreño era como lanzar la comida al río”.
No obstante, los legisladores nunca se opusieron a la distribución de alimentos. Más bien, tomaron un acuerdo para autorizar el ingreso de militares de El Salvador en misión humanitaria.
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Según el Diccionario de la Real Academia Española, el sentido figurado es el que no corresponde a la literalidad de una palabra o expresión, sino que está relacionado con él por una asociación de ideas y es sinónimo de metafórico, alegórico o simbólico.
Sin embargo, en los videos difundidos por la Presidencia, no hubo ninguna metáfora o expresión que diera a entender que Rodrigo Chaves estaba hablando de forma figurada, como si hubiera dicho que los cuestionamientos de los legisladores al ingreso de militares salvadoreños sin autorización legislativa eran como querer echar la comida al río.
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En realidad, las expresiones del presidente Chaves constituyeron acusaciones directas.
En uno de los videos, Chaves le dijo a un damnificado: “¿A usted le gustaría que nosotros botáramos esto al río?”. El hombre le respondió: “Por nada en la vida”.
“Es un pecado”, continuó el mandatario. “¿Usted sabe que hay diputados de la República de Costa Rica hoy diciendo: ‘No le dé a la gente de Coto estas cosas porque..., diay, imagínese el tipo de ocurrencias?”, agregó.
En otra casa, el mandatario dijo, antes de entregar la comida: “Esto es lo que mandaron de El Salvador, el pueblo salvadoreño, que aquí nos están criticando mucho porque quieren que botemos esta comida”.
Ante la imposibilidad del Ejecutivo de afirmar cuáles legisladores hicieron tales manifestaciones, la Presidencia evitó reconocer que tal hecho no existió.
Los primeros que exigieron conocer los nombres de los supuestos diputados que pidieron botar comida fueron precisamente los legisladores, en particular, los de Liberación Nacional (PLN) y el Frente Amplio (FA), así como la independiente Gloria Navas.
El reclamo de los diputados explotó en el plenario legislativo, el jueves 14 de noviembre por la tarde, un día después de que aprobaron una moción en la que agradecieron la ayuda humanitaria enviada por El Salvador, pero también solicitaron a Casa Presidencial información sobre el rango y tiempo de permanencia de los militares enviados por Nayib Bukele como parte de la misión humanitaria.
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En ese acto, la Asamblea estableció un permiso de excepción para el ingreso del personal militar salvadoreño al país, según lo establecido en el inciso 5 del artículo 121 constitucional, que dice que el Congreso debe autorizar la entrada y permanencia de militares en territorio costarricense.
Diputados critican manipulación de presidente a damnificados
Congresistas de diversas fracciones legislativas criticaron que el presidente Chaves manipulara a las personas damnificadas que se encontraban en una situación de necesidad ante la emergencia climática.
El congresista Ariel Robles, del Frente Amplio (FA), lamentó que el mandatario se aprovechara de una persona afectada por las lluvias, que tenía el agua por arriba de las rodillas, para hacer “su juego político”.
“El presidente es un charlatán y un populista, a tal nivel que se puso a jugar con los víveres, casi que a restregárselos en la cara a las personas damnificadas, con la intención de politizar la ayuda en una crisis. No es de extrañar; es una muestra más de que él no tiene pudor ni principios. No tiene ningún problema con manipular frases. Es de las cosas más bajas que el presidente Chaves ha hecho”, declaró el frenteamplista.
Por su parte, el jefe de fracción del Partido Liberación Nacional (PLN), Óscar Izquierdo, llamó al mandatario a guardar la compostura que corresponde a su investidura presidencial. Además, le exigió apegarse a la realidad y evitar el uso de figuras retóricas que puedan confundir a la población.
“No es solamente el hecho de decir que los diputados querían botar la comida. Es que, en el fondo, eso fue una burla para los ciudadanos que estaban pasándola mal. No es de recibo ahora decir que fue en sentido figurado, porque fue un momento de dolor y angustia. Además, los diputados hemos hecho todo lo que está a nuestro alcance para colaborar y enfrentar la emergencia”, afirmó Izquierdo.
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La diputada independiente Kattia Cambronero reclamó que Chaves utilice la confrontación para aprovecharse del enojo de los ciudadanos. Asimismo, aseguró que las palabras del presidente son una cortina de humo para evitar que se le cuestionen sus ineficiencias en áreas como la salud, el acceso a servicios públicos y la desigualdad social.
“Es una indecencia, una forma vil de utilizar a la población que no tiene el contexto necesario, porque nosotros nunca nos opusimos a la ayuda de los salvadoreños. Lo que pedimos es que se siguiera lo establecido por la Constitución Política”, indicó la congresista.
El legislador Carlos Felipe García, de la Unidad Social Cristiana (PUSC), le solicitó a Rodrigo Chaves ser responsable con sus palabras en un contexto de polarización.
“Las declaraciones causaron un daño irreparable, porque muchísimas personas quedaron con la imagen de que la Asamblea Legislativa estaba en contra de aceptar la ayuda. Me parece triste, porque no pudieron mencionar a un solo diputado que estuviera cuestionando tal ayuda”, declaró García.
Finalmente, la diputada Monserrat Ruiz, del PLN, aseguró que las declaraciones de Rodrigo Chaves fueron falaces, irresponsables y mal intencionadas. Recordó que los congresistas aprobaron un crédito con el Banco Mundial por $160 millones para atender la crisis.
“En una situación de emergencia, en la cual la prioridad debía ser atender a la población que más lo necesitaba. El presidente aprovechó para hacer politiquería al más bajo nivel. Esa afirmación suya no fue más que otro de sus típicos discursos de división, en momentos en que el país necesita trabajo en conjunto”, aseveró Ruiz.
La hipérbole de Mario Zamora
Antes del caso de Rodrigo Chaves, hubo también otra situación en la que un jerarca del gobierno hizo una afirmación y, luego, buscó justificarse alegando que había utilizado una figura literaria, en su caso, una hipérbole.
Sucedió cuando el ministro de Seguridad, Mario Zamora, rechazó las críticas de la diputada Sofía Guillén, del Frente Amplio (FA), por el traslado de la Academia Nacional de Guardacostas de Quepos a Pococí, lejos del mar. En el programa televisivo Estado Nacional, de canal 7, el jerarca alegó que ese centro “llevaba más de dos años de no dar cursos” y no tenía desarrollado el plan académico de los cursos.
Luego, en una audiencia en la Asamblea Legislativa, la legisladora Sofía Guillén le indicó a Zamora que su viceministro, Manuel Jiménez Steller, había publicado la lista de los cursos que la Academia de Guardacostas brinda.
“¿Mintió usted, en canal 7, señor ministro?”, le preguntó Guillén en aquel momento. “No, señora diputada. Usé una hipérbole, en relación con este tema. Estaba diciendo, en sentido figurado, que es una baja producción, de tres cursos en dos años”, respondió Zamora bajo juramento.
