EscucharLos diputados aprobaron este martes, en primer debate, el plan que permitirá otorgar licencias remuneradas de tres días hábiles para las personas trabajadoras que enfrenten la pérdida de un familiar cercano y así garantizar el derecho al duelo, tanto en el sector público como el privado.
El proyecto fue aprobado por unanimidad, este 17 de setiembre.
La iniciativa del Frente Amplio, que se tramita bajo el expediente 23.929, establecería un marco legal que garantice este derecho al duelo. Para ello, el plan busca incluir un inciso en el artículo 69 del Código de Trabajo, donde describe las condiciones para que la persona trabajadora pueda tener este derecho.
Según la cercanía del parentesco, se otorgan distintos días de licencia. El permiso más amplio se otorgará por tres días hábiles y aplica en caso de fallecimiento del cónyuge, pareja o de un familiar en primer grado de consanguinidad o afinidad, por ejemplo, padres, madres, hijos, abuelos, nietos o hermanos.
En el caso de los convivientes en unión de hecho, la nueva norma exige que la persona a su empleador una declaración jurada que indique que su pareja ha fallecido y que han convivido de manera pública, notoria, estable y única por dos años o más.
El mismo requisito aplicará en el caso de que fallezcan familiares en primer grado. En el cado de adopción, la persona trabajadora debe presentar una certificación de la resolución administrativa o judicial, o bien sentencia que demuestre el inicio de la convivencia efectiva de la persona menor.
Por otra parte, se otorgará un solo día hábil de permiso remunerado cuando ocurra la pérdida de familiares en segundo grado de consanguinidad o afinidad, en donde se incluyen suegros, yernos o nueras, cuñados, abuelos del cónyuge, cónyuges de los nietos y hermanastros.
En la justificación de su propuesta, el diputado Jonathan Acuña explicó que la pérdida de un familiar cercano implica un proceso complejo y angustioso, y es usual que la persona que afronta la pérdida de su familiar deba encargarse de los procesos legales, médicos, registrales y logísticos del funeral.
“Este espacio de sanación emocional o de duelo no siempre es compatible con las tareas ordinarias, incluidas las laborales; actividades tan básicas como comer o bañarse se pueden volver imposibles y otras tareas, como asistir al lugar de trabajo o estudio, son impensables”, explicó Acuña en su propuesta.
