Los diputados rechazaron una moción para darle trámite acelerado a un proyecto que busca eliminar ciertos requisitos para que las mujeres puedan obtener la licencia para conducir autobús, buseta o microbús, es decir, la licencia tipo C-2.
Se trata de una reforma impulsada por Daniela Rojas, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), para eximir a las mujeres del actual requisito de tener una licencia de tipo B-1 con tres años de vigencia, antes de solicitar el permiso para ser chofer de bus.
El requisito lo establece hoy el artículo 87 de la ley 9078, Ley de tránsito por vías públicas terrestres. La iniciativa legal busca incluir un párrafo en ese artículo, que diría lo siguiente:
“En el caso de las mujeres que cuenten con el programa de capacitación para licencia de conducir clase C, tipo C-2, para conducir vehículos automotores de transporte público de personas modalidad autobús, no será requisito contar experiencia en las licencias clase B o tipo C-1, únicamente requerirá acreditar su formación académica mediante programas avalados por el Consejo de Transporte Público”.
Sin embargo, la vía rápida para el proyecto de Rojas solamente tuvo el apoyo de 20 diputados, de cuatro fracciones políticas: el oficialista Progreso Social Democrático (PPSD), Nueva República (PNR), Liberal Progresista (PLP) y el PUSC.
En contra de acelerar la propuesta votaron 25 legisladores de Liberación Nacional (PLN), Frente Amplio e independientes.
Daniela Rojas aseguró que el sector de transporte público en modalidad de autobús está en una situación de crisis por la falta de choferes y dijo que, en caso de que exista una oportunidad para abrirle un mayor espacio laboral a las mujeres, debería aprovecharse.
“Este proyecto es para levantar este requisito exclusivamente a las mujeres, porque si hay una crisis de conductores, deberíamos aprovecharla para que el espacio de empleo se dé en el sector más vulnerable para conseguir empleo, sobre todo aquellas mujeres que no son mano de obra calificada, que no están teniendo oportunidades laborales por falta de opciones educativas y esto puede abrirles ese espacio”, dijo la socialcristiana.
Rojas añadió que, si se levanta el requisito de los tres años para hombres y mujeres, la contratación será principalmente para hombres y mínima la participación femenina en dicho sector.
Por su parte, Rocío Alfaro, del FA, aseguró que su partido prefiere no dispensar de trámites la iniciativa, porque consideran que no debe hacerse una discusión acelerada del plan.
“Lo que realmente propone este proyecto dista muchísimo de cualquier aspiración de mejora de los derechos de las mujeres. Este proyecto no identifica las razones de las brechas laborales y sale con una ocurrencia, que no va a modificar las condiciones de vida de las mujeres”, dijo.
Alfaro añadió que hay un faltante de choferes de bus porque es una de las áreas donde más se irrespetan los derechos laborales de los trabajadores. “Por más que haya un lobby que todos los días se pasea por estos pasillos, la realidad es que es uno de los trabajos donde más se irrespetan los derechos es un área precarizada”, dijo.
Añadió que es injusto abrirles a las mujeres espacios precisamente donde más se irrespetan las jornadas laborales, el salario mínimo, los contratos de trabajo, ni otras condiciones mínimas de salud ocupacional. La frenteamplista también dijo que el proyecto solo beneficia a los empresarios.
Al rechazarse la vía rápida, el proyecto tendrá que seguir por el trámite regular en una comisión legislativa.