Los diputados del Partido Nueva República (PNR) bloquearon con más de un centenar de mociones el proyecto de ley que busca darles un día libre al mes a las mujeres y personas menstruantes que tengan dolores agudos de menstruación, condición conocida como dismenorrea. Los fabricistas alegan que encontraron “sesgos ideológicos” en la iniciativa.
Se trata de una iniciativa legal impulsada por la fracción del Frente Amplio (FA), el expediente legislativo 23706, cuyo objeto es establecer el derecho a un día de licencia menstrual con goce de salario, prorrogable hasta tres días en caso de que los síntomas de la dismenorrea sean agudos.
Datos citados, en la exposición de motivos del proyecto, explican que la dismenorrea es el “dolor pélvico crónico de origen ginecológico que se presenta durante el periodo menstrual, siendo también considerado como calambres o menstruación dolorosa”.
Pese a ser uno de los padecimientos ginecológicos más comunes y de existir una amplia gama de opciones terapéuticas para controlar el dolor, “sigue siendo una patología con alto impacto en la calidad de vida de mujeres jóvenes”.
Este nuevo derecho se aplicaría tanto a personas que laboren en el sector público como en el privado, así como a las mujeres y personas menstruantes que estudien en el sistema público o privado.
LEA MÁS: Licencia para mujeres con ‘reglas’ dolorosas y abundantes: tema que Costa Rica comienza a discutir
Para obtener esa licencia, la persona trabajadora o estudiante debe presentar al patrono, o en la autoridad que el centro educativo establezca, un dictamen médico emitido por la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en el que se le diagnostica la dismenorrea primaria o secundaria.
La iniciativa también establece una multa para quienes incumplan con el reconocimiento de la licencia menstrual, que puede oscilar entre uno y 23 salarios bases, es decir, entre ¢462.200 y ¢10.630.600.
Como lo ha hecho en otras ocasiones, contra iniciativas a las que se opone, los congresistas de Nueva República presentaron 129 mociones de fondo, en la primera etapa de discusión de esas modificaciones.
A través de la oficina de prensa de la fracción fabricista, la diputada Olga Morera aseguró que el centenar de mociones sobre el proyecto, cuyo contenido es de apenas cuatro párrafos, es para mejorarlo.
“En este proyecto hemos encontrado sesgos ideológicos que estamos corrigiendo con nuestras mociones, que serán discutidas y votadas como corresponde, tal como lo establece el reglamento”, dijo la congresista.
Las mociones están firmadas por Morera, Rosalía Brown, Fabricio Alvarado, Yonder Salas y David Segura. En algunas de ellas, modifican el título para que no diga la frase “personas menstruantes”, o bien eliminan el artículo 1, donde se crea la licencia menstrual.
Otras mociones modifican el mismo artículo, para que la licencia menstrual o permiso sea solo para personas trabajadoras, y no para estudiantes. En otras, se mantiene el texto tal como fue dictaminado en la Comisión de la Mujer, pero sin la frase “personas menstruantes”.
También, hay propuestas de modificación para que la prórroga de la licencia sea por uno o dos días, y no por tres, o solamente por medio día.
LEA MÁS: ¿De qué trata el proyecto justicia menstrual?
En fin, el centenar de mociones permitirá a los diputados fabricistas bloquear el avance del proyecto por varios meses, pues por cada moción presentada, el proponente puede hablar por 15 minutos, lo mismo que otros dos diputados a favor.
Es decir, por cada moción, podrían hablar tres diputados a favor, durante un plazo total de 45 minutos.
Las otras 10 mociones de fondo presentadas son de la legisladora Daniela Rojas, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), que plantea modificaciones igualmente mínimas en los diferentes artículos.
En algunas mociones, solo establece la licencia menstrual para el sector privado y no para el público, o bien que sea un permiso sin goce salarial y no pagado, o bien, que el permiso sea solo para personas trabajadoras y no para estudiantes.
Rojas aseguró que ella tiene dudas sobre los alcances del proyecto y “el efecto contraproducente que pueda generar con respecto a la generación de empleo para las mujeres”.
Según los proponentes, ya existen licencias de ese tipo en México, con un día de descanso al mes por dolores menstruales; España, con una licencia mensual de tres días, prorrogables hasta los cinco; Indonesia, con uno o dos días; Zambia, con un día por mes, sin previo aviso ni certificado médico; Taiwán, con un día de licencia; Corea del Sur, en su caso sin pago, y Japón, desde 1947, donde la empresa no puede obligar a la empleada a trabajar si tiene dismenorrea, pero sin goce salarial.