Johnny Araya, exalcalde de San José y excandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN), solicitó este jueves la renuncia del presidente y el secretario general de esa agrupación, Ricardo Sancho y Miguel Guillén, en medio de una creciente pugna por la renovación de las estructuras internas del partido.
Araya adelantó que renunciará a su puesto vitalicio en el Directorio Político del PLN, en el que tiene una silla por haber sido candidato en el 2014. Sin embargo, a la vez, instó a que Sancho y Guillén den un paso al lado.
“Expreso mi preocupación por la confrontación cada vez más pública, que se ha generado entre el presidente de nuestro partido y el secretario general. Considero que sería sano que ambas figuras renunciaran a sus posiciones para facilitar el necesario proceso de unidad que con urgencia requiere Liberación Nacional”, manifestó Araya.
El secretario general, Miguel Guillén, ha sido uno de los principales impulsores de la idea de eliminar los puestos vitalicios de los excandidatos en la cúpula del PLN.
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Al igual que Johnny Araya, el expresidente José María Figueres y el exaspirante presidencial, Antonio Álvarez Desanti, anunciaron la dimisión a sus cargos en el Directorio.
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Miguel Guillén: Es una ‘reacción vengativa’
Guillén rechazó la solicitud de renuncia al calificarla como una “reacción vengativa” por parte de Johnny Araya y Antonio Álvarez. Los acusó de querer “sacarse el clavo”.
Sostuvo que la próxima Asamblea será significativa, por cuanto se propondrá eliminar vía moción los cargos vitalicios.
La disputa refleja la tensión interna del PLN en la víspera de la Asamblea Nacional de este sábado 12 de octubre, donde se discutirá una propuesta del Directorio Político para que la elección del candidato presidencial del 2026 se efectúe a través de una convención con un padrón de liberacionistas previamente definido. Esta es una idea a la que se oponen el presidente partidario, Ricardo Sancho, y el secretario Guillén.
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Por su parte, el expresidente Figueres apoya el planteamiento.
El 24 de setiembre, Araya fue suspendido del PLN por el Tribunal de Ética y Disciplina (TED) debido a su condición de imputado en el Caso Diamante, una investigación de la Fiscalía sobre presunta corrupción relacionada con contratos para obras viales municipales.
Sin embargo, Araya aclaró que él y su abogado apelaron la medida “de forma amplia y contundente” por lo que, según alegó, esta “no se encuentra firme”.
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Previamente, en febrero de este año, Guillén puso su cargo a disposición de la militancia tras los malos resultados en las elecciones municipales del 4 de febrero, en las que Liberación pasó de controlar 43 alcaldías a solo 29.
Guillén expresó en ese momento: “Debo reconocer que las ideas que he promovido sobre una renovación genuina, que va más allá de lo cosmético, y sobre la necesidad de una conciencia moral firme y decidida, no han logrado despertar el respaldo necesario para llevar a cabo un cambio real”.
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También señaló que el fracaso se refleja en decisiones como la de Johnny Araya, quien anunció públicamente su intención de continuar en la política pese a las derrotas del partido, una vez que dejara la alcaldía de San José.
Ante esto, Araya defendió su derecho a seguir participando en política una vez que finalizara su mandato como alcalde, el pasado 30 de abril: “No comparto lo afirmado por el secretario general. Frente a resultados adversos, es fácil buscar culpables. No veo qué relación pueda tener esto con mi decisión de continuar en política. Es un derecho como ciudadano costarricense que nadie puede cuestionar”.
Araya también criticó la postura de Guillén, asegurando que fue injustamente señalado. “Ya fui víctima de algo similar en el pasado, cuando fui suspendido de la militancia del PLN tras la campaña del 2014, pero luego gané las elecciones municipales del 2016 con una amplia mayoría, y la Sala Constitucional ratificó que fui sancionado arbitrariamente”, recordó.