Los políticos constituyen una de las principales fuentes de desinformación para la ciudadanía, afirmó la catedrática y decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, en España, Charo Sádaba Chalezquer, durante una visita a Costa Rica.
“Este es un discurso que en cierta medida beneficia a los poderosos, porque los medios tienen esa función de controlar el poder; entonces, si los que controlan el poder dejan de ser relevantes, es maravilloso para los que tienen ese poder. Creo que ahí hay un problema”, declaró Sádaba en entrevista con La Nación.
“La desinformación es el engaño deliberado, una mentira, un bulo, y detrás de la desinformación hay instituciones, países, personas. Hay un artículo que se publicó hace dos semanas en mi facultad, y este reconoce que uno de los principales agentes de desinformación son los políticos. Los políticos mienten en su discurso constante”, explicó la investigadora.
Para Sádaba, además de ser agentes de desinformación, algunos políticos buscan atribuirle a los medios de comunicación la responsabilidad exclusiva por la transmisión de información falsa, con el fin de restarles credibilidad y monopolizar la verdad.
“Muchos políticos sitúan la desinformación y las noticias falsas como un problema de los medios de comunicación, y yo creo que es erróneo. Un medio se puede equivocar, puede dar pie a una mentira y luego la corrige, pero, en general, los medios no difunden mentiras voluntariamente. Sin embargo, el ciudadano piensa que el problema de la desinformación es que los medios le mienten, ¿y qué hace? Deja de consumir medios, como si eso quitara la desinformación”, indicó la catedrática.
La profesional recalcó que la desinformación está en toda la sociedad, especialmente en las redes sociales como Facebook y los grupos de WhatsApp.
No obstante, al dejar de consumir diversos medios de comunicación por sugerencia de los políticos, la ciudadanía tiene una falsa sensación de protección que, al contrario, contribuye a la desinformación.
Mercenarios viven de la desinformación al mejor postor
Sádaba reconoció que existen personas que se dedican a la desinformación de manera profesional, por ejemplo, con granjas de bots y la generación de imágenes y videos falsos, entre otras tácticas.
“Hay personas que se benefician de esto; en el caso de los agentes internacionales, buscan desequilibrar las sociedades democráticas. Los agentes que crean la desinformación, los que generan esas piezas, son, en su mayor parte, mercenarios que trabajan al mejor postor. Hay algunos que sí tienen una finalidad ideológica concreta, pero la mayor parte de ellos está con quien pague más. Tristemente, para algunos la desinformación es un modo de vida”, detalló la especialista.
La desinformación destruye la confianza
La decana sostiene que la desinformación y la difusión de noticias falsas tienen un mismo objetivo, tanto en España, donde ella reside, como en Costa Rica, y es la generación de desconfianza.
“El objetivo es erosionar la confianza de la ciudadanía en las instituciones, en los medios de comunicación y, finalmente, en el resto de ciudadanos. Acabamos por no confiar en nuestra familia. La desinformación es tan grande que la gente no confía en los expertos, no confía en el gobierno por supuesto, no confía en nadie, entonces solo confía en ese grupo que sigue en Facebook que dice que todo esto es una conspiración”, lamentó la investigadora.
Sádaba explicó que la ciudadanía está consumiendo contenidos fundamentalmente por entornos digitales, y estos rara vez proceden de medios de comunicación conocidos y fiables.
“El hilo que teje la cohesión de una sociedad democrática es la confianza, confiamos uno en el otro, confiamos en que con nuestro voto alguien va a hacer un buen trabajo, confiamos en que lo que nos cuenta un medio es verdad, o al menos toda la verdad que se puede saber. La confianza es esencial en una sociedad equilibrada, y la desinformación va a atacar esa democracia, esa confianza a todos los niveles, desde los más altos hasta el nivel personal”, alertó la especialista.
LEA MÁS: Fiscal general denuncia pago de $350.000 para desprestigiarlo y atacar a la Sala IV
Sádaba concedió la entrevista a La Nación luego de impartir una ponencia sobre desinformación y alfabetización mediática en alianza con la Embajada de España y la Agencia Española de Cooperación.
Además de su cargo en la Universidad de Navarra, Sádaba forma parte del equipo del Observatorio Ibérico de los Medios Digitales (Iberifier) para la lucha contra la desinformación, y fue experta en alfabetización digital para la Comisión Europea.
La desinformación estará siempre con nosotros
La catedrática Charo Sádaba fue realista al reconocer que la desinformación ha existido y existirá siempre, ya que es inherente al ser humano. Para la especialista, no se trata de pretender acabarla, sino de aprender a convivir con ella.
Incluso, afirmó que la desinformación convive con la libertad de expresión, y las personas malintencionadas pueden aprovecharse de los países con más libertades, donde todos tiene derecho a expresarse, para difundir información falsa.
“Los estados donde la libertad de expresión respeta han encontrado que carecen de herramientas legales para hacer frente a la desinformación. Mentir no es un delito, mentir está mal, moralmente es malo, pero no es un delito. Y todos nos tenemos que preguntar ¿queremos que mentir sea un delito? Si mentir es un delito, ¿qué no será un delito? ¿Quién dice qué es mentira? Entramos en un terreno muy delicado”, reflexionó la entrevistada.
Sádaba destacó que la libertad de expresión y la libertad de prensa de Costa Rica gozan de buena consideración a nivel internacional, aunque reconoció que en los últimos años el país cayó algunos puestos en este rubro.
“Esto es significativo si denota una tendencia, si dentro de dos años eso se vuelve a recuperar es porque tiene que ver con una persona, con un presidente que hace determinadas alusiones, pero luego somos capaces de volver a la situación en la que nos hemos sentido cómodos en los últimos años”, explicó.
LEA MÁS: Costa Rica registra fuerte deterioro en libertad de prensa, según Reporteros sin Fronteras
Sin embargo, Sádaba rescató que Costa Rica puede tomar medidas para reafirmar la libertad de expresión y combatir la desinformación.
“Se ha hecho poco, pero quizá la buena noticia es que se puede hacer más y que la desinformación es más controlable, se puede ver si lo que se hace está funcionando y utilizar una vía o la otra. Algunas personas de Costa Rica que hablan de una necesidad inmediata imperiosa, que es formar a los futuros docentes. Se detecta una necesidad, pero no existe una estrategia al respecto”, reconoció la entrevistada.