El Partido Nueva República (PNR) recurrió a un crédito de ¢310 millones con el Banco Promérica para saldar una deuda con el dueño de Pedregal, Rafael Ángel Zamora Fernández, quien había demandado a la agrupación política por el impago de un préstamo de ¢300 millones otorgado para financiar la campaña presidencial de Fabricio Alvarado del 2022.
En enero del año pasado, el Juzgado de Cobro de Heredia embargó las cuentas del partido por ¢502,4 millones a solicitud de Zamora.
La Nación contactó a Gavridge Pérez Porras, abogado de Rafael Ángel Zamora, para conocer a qué acuerdo llegó el empresario con Nueva República. Sin embargo, Pérez dijo que no podía hablar al respecto.
“Lo que puedo decir es que se llegó a un acuerdo mediante el cual se arregló lo que se adeudaba, pero de los pormenores no puedo mencionarlo porque firmamos un acuerdo de confidencialidad, de que no íbamos a discutir al respecto”, declaró el jurista.
Por su parte, el diputado y presidente del PNR, Fabricio Alvarado, afirmó que no daría declaraciones sobre ningún tema a este medio.
En los últimos estados financieros presentados por Nueva República al TSE, consta que, el pasado 23 de mayo, el Banco Promérica le otorgó un préstamo por ¢310 millones.
Dos meses después, el 24 de julio, la agrupación emitió un cheque de ¢260 millones y lo reportó como “cancelación de demanda”.
En setiembre, el PNR había reportado una “contingencia por demanda judicial” de ¢335 millones. Luego, el 15 de octubre, la agrupación detalló que pagó una deuda por ¢260 millones el 24 julio.
Nueva República pasó de tener ¢299 millones en sus cuentas bancarias a ¢9 millones entre junio y setiembre. Ese mismo mes, reportó ¢309 millones bajo el rubro de “cuentas por pagar por préstamo”.
Al llegar a un acuerdo de pago, Zamora retiró la solicitud de embargo y, en consecuencia, el TSE liberó al partido ¢273 millones de la deuda política que permanecían congelados. Como se desconoce el acuerdo firmado por las partes, no es posible saber si el partido prevé algún pago adicional en el futuro al dueño de Pedregal.
El conflicto judicial
Antes de que se alcanzara el arreglo de pago, Rafael Ángel Zamora había alegado, ante los tribunales, que había concedido al partido un préstamo pagadero en un mes. Sin embargo, el excandidato Fabricio Alvarado argumentaba que el empresario lo que hizo fue comprar bonos de deuda política, lo cuales no adquirieron ningún valor económico tras los comicios.
El dueño de Pedregal reclamó ¢300 millones por el préstamo y ¢202,4 millones por intereses y costas del proceso.
A raíz de la gestión judicial, el TSE había congelado al PNR ¢355 millones provenientes de la contribución estatal por sus resultados en la campaña de 2022, conocida como deuda política.
De esos ¢355 millones, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) depositó ¢276 millones en una cuenta a nombre del Juzgado de Cobro de Heredia. Mientras, los ¢79 millones restantes quedaron congelados en la Tesorería Nacional, ya que Nueva República incumplió el requisito de publicar sus informes financieros auditados junto con la lista de contribuyentes, como lo exige el artículo 135 del Código Electoral.
Sin embargo, el pasado 21 de octubre, el TSE ordenó girar a Nueva República ¢273 millones que se le mantenían embargados.
Esto se debe a que, por un lado, la agrupación cumplió con publicar sus informes financieros auditados el 21 de agosto y, además, el partido llegó a un acuerdo de pago con Rafael Ángel Zamora que le permitió retirar la demanda y, en consecuencia, la orden de embargo.
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El tesorero del partido, César Zúñiga, había declarado, ante los diputados, que Rafael Ángel Zamora se negó a devolver un pagaré que los representantes del PNR le firmaron a cambio de los ¢345 millones que el empresario inyectó a la campaña presidencial de Fabricio Alvarado.
Zúñiga aseguró que el empresario ofreció el financiamiento de campaña debido la falta de recursos que tenía el partido y que les llevó el pagaré, pero en la misma reunión se acordó que la inyección de recursos se saldaría con bonos de deuda política.
El tesorero alegó que, cuando se le enviaron los bonos a Zamora, el empresario no entregó el pagaré al mensajero que se los llevó.
Los certificados que Nueva República dio a Zamora eran de tipo B (segunda categoría); la agrupación no logró los votos necesarios para que estos adquirieran valor.
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