EscucharEl expresidente de la República, Óscar Arias Sánchez, se opone a la propuesta del Directorio Político del Partido Liberación Nacional (PLN) de reformar sus estatutos para elegir al candidato presidencial del 2026 mediante una convención cerrada, con un padrón únicamente compuesto por liberacionistas previamente registrados. Calificó la propuesta como “un verdadero retroceso”.
Arias, quien gobernó el país en dos ocasiones (1986-1990 y 2006-2010), impulsó la reforma estatutaria de 1985 que cambió el sistema cerrado por el de elección abierta, en el que cualquier ciudadano puede votar el día de la convención.
En declaraciones a La Nación, el expresidente dijo que sería un error restringir la participación, recordando que, en los procesos electorales, la apatía es la norma y la participación la excepción.
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“Sabiendo que la naturaleza humana es así, ¿por qué privar a un miembro de otros partidos, como los evangélicos, el Partido Liberal Progresista (PLP), la Unidad Social Cristiana o cualquier otra agrupación, de participar si simpatiza con algún precandidato liberacionista? ¿Por qué no permitirle votar en una convención y firmar la adhesión?”, cuestionó el exmandatario.
Óscar Arias, quien a los 84 años está retirado de la política partidaria, consideró válida la preocupación del expresidente José María Figueres sobre la infiltración del narcotráfico en el proceso partidario. Ese fue uno de los argumentos de Figueres para abogar por el cambio en la convención.
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Sin embargo, Arias cuestionó la lógica: “¿Qué diferencia hay en la participación de una persona, Dios no lo quiera, que está involucrada en narcotráfico? Esa persona puede votar en una convención abierta o afiliarse si se le obliga. Es lo mismo”.
Añadió que, en 1985, como secretario general del PLN, no fue fácil promover el proceso abierto.
“Fue una lucha difícil, en contra del criterio de los expresidentes José Figueres Ferrer y Daniel Oduber, pero creía entonces –para parafrasear a John F. Kennedy– que era necesario pasar la antorcha a una nueva generación, la cual yo me propuse representar.
“Sabía que no tenía ninguna posibilidad de ganar una convención si esta estaba integrada solo por liberacionistas que habían ocupado posiciones importantes o por aquellos que se inscribieran en lo que se llamaba un padrón verde”, relató Arias.
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La oposición a una convención cerrada también fue externada por Enrique Castillo, excanciller de la República y aspirante a la candidatura del PLN. “La participación democrática es clave para fortalecer la credibilidad del Partido Liberación Nacional. Abrir los procesos asegura transparencia”, expresó Castillo.
Óscar Arias insiste en la necesidad de revitalizar el PLN
El expresidente Óscar Arias enfatizó en que “un partido que no se renueva con sangre joven, está destinado a morir,” por lo que destacó la importancia de estimular la participación de la “patria joven” en el PLN.
Arias añadió que los requisitos para que el liberacionismo vuelva a crecer son bien conocidos por el electorado nacional. “Se requieren candidatos con una sólida formación, un profundo conocimiento de los problemas del país y sus posibles soluciones. Para ganarse la confianza del electorado, es indispensable una gran honestidad ética e intelectual”, afirmó.
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Recordó una de las frases de su primera campaña electoral: “El político debe decirle siempre a la gente lo que debe saber, no lo que quiere escuchar. La política es docencia; el que no es docente no es decente. Lo contrario es el demagogo: un populista irresponsable, mentiroso, que vive de verdades a medias, ofreciendo lo que sabe que no puede cumplir. El mundo está lleno de este tipo de dirigentes”.
El exmandatario espera que el PLN ofrezca oportunidades a la juventud y que esta comparta los principios socialdemócratas del partido. Sin embargo, subrayó que es esencial definir claramente qué se entiende por socialdemocracia, ya que no todos tienen la misma interpretación.
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Arias también subrayó que el control estatal no es sinónimo de control democrático. Señaló que los partidos socialdemócratas escandinavos, el laborismo inglés, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Felipe González, el Partido Socialista Chileno de Ricardo Lagos y la socialdemocracia brasileña, liderada por Fernando Henrique Cardoso, redefinieron el concepto de socialdemocracia de las décadas de 1960 y 1950.
Por ello, hizo un llamado a su partido para que distinga entre ser la socialdemocracia del nuevo laborismo de Tony Blair, que aboga por el uso del mercado libre para lograr eficiencia económica y justicia social, o el antiguo laborismo de Michael Foot, más vinculado a los sindicatos y al Estado.
