El Tribunal Registral Administrativo admitió para estudio, el pasado 24 de octubre, dos apelaciones contra la venta del teatro Arnoldo Herrera del Conservatorio de Castella, ubicado en Sabana Norte. La impugnaciones fueron presentadas por Ariel Robles Barrantes, diputado del Frente Amplio (FA), y Daniel Francisco Nuñez Zúñiga, representante de la Junta Administrativa del Conservatorio Castella.
El diputado frenteamplista apeló la venta del inmueble ante el Registro Nacional desde el 5 de marzo, alegando una inconsistencia en el otorgamiento de la escritura pública.
“A pesar de que hemos señalado la advertencia de que esto era un bien público, con fines púbicos, que ahí hay una centro educativo, que esa institución fue constituida a través de recursos públicos, el Registro Nacional ha seguido con la inscripción; lo que hemos hecho es impugnar la medida”, indicó Robles a La Nación.
El expediente del Registro Inmobiliario es el 2024-0220-RIM.
La Fundación del Conservatorio de Castella concretó la venta del teatro el pasado 28 de febrero por $3,5 millones a una sociedad de responsabilidad limitada, cuyo gerente y apoderado generalísimo es Rolando Beeche Durán. La transacción se efectuó pese a las discusiones que surgieron desde junio del 2023 entre la Junta Administrativa y Fundación del Castella sobre la posible venta del inmueble.
En ese entonces, Gustavo Rojas, presidente de la Fundación del Conservatorio de Castella, sostuvo que el colegio tenía una condición de ente privado. Sin embargo, Ingrid Vargas, presidenta de la Junta Administrativa alegó que la Fundación fue creada con el propósito exclusivo de establecer un conservatorio de música para las generaciones futuras, no para disponer de sus bienes. Además, dijo que debido a que el teatro fue construido con fondos públicos, la Fundación no tenía potestades sobre dicho inmueble.
Desde el 2001, mediante el decreto 29324-MEP, se declaró al Castella como una institución pública.