Lleida, 1 oct (EFE).-
68 - Caprabo Lleida (16+16+15+21): Ramos (-), Alston (14), Bramlett (17), Rodilla (5) Angulo (6) -cinco inicial- Berni Alvarez (3), Comas (9), Rogers (2), Tamames (2), Esteller (10), Rodríguez (-) y Fornas (-).
65 - Barcelona (16+15+17+17): Ilievski (7), Femerling (4), Bodiroga (10), Varejao (3), Grimau (10) -cinco inicial- Fucka (5), Navarro (5), Dueñas (14), De la Fuente (7).
Arbitros: Mitjana, Alzuria y Fernández. Eliminaron por cinco personales a Ramos (m.36).
Incidencias: Final de la Lliga Catalana, disputada en el pabellón Barris Nord ante unos 5.500 aficionados. Antes de empezar el encuentro se rindió un homenaje de la afición a Roger Grimau. Roger Esteller fue elegido mejor jugador de la final.
Comentario:
El Caprabo Lleida, como ya hizo en la pasada edición, reeditó el título de campeón catalán (68-65) ante un Barca que volvió a evidenciar que aún está lejos de su mejor nivel, aquel que le convirtió en el mejor conjunto del Continente tras ganar todos los títulos en juego, menos, precisamente, la Liga Catalana.
La convicción del Caprabo, su defensa a los hombres de perímetro y la excelente labor de sus jugadores interiores ante los pivotes azulgrana le catapultaron hacia una merecida victoria por 68-65, tras un partido de ínfima calidad técnica.
El partido empezó con muchos nervios e imprecisiones en ambos bandos. El Caprabo tenía muchos problemas en ataque ante la defensa presionante del Barca, que además dominaba el rebote en ambas zonas y se convertía en el dominador del encuentro.
Además, para desgracia de los locales, el alero Sergio Ramos cometió tres faltas en apenas tres minutos y Edu Torres le tuvo que sentar.
Parecía que el partido podía romperse en cualquier momento (5-10, m. 3), pero el Barca lo intentó desde los 6,25 y no se mostró acertado, circunstancia que permitió al Caprabo mantenerse vivo y llegar al descanso con empate (16-16).
En el segundo periodo surgió la figura de Roberto Dueñas para mantener al Barca en el encuentro frente a un Caprabo que empezó a defender a un gran nivel.
Pese a todo, la calidad individual de los blaugrana y su excelente trabajo ante los hombres importantes del partido hicieron que el partido entrase en una fase de descontrol y mal juego que propició el 32-31 con el que se llegó al descanso.
El Barca no estaba cómodo en la pista y el Caprabo empezó a creerse que podía repetir el éxito del año pasado. Y más que se lo creyó cuando apareció Bramlett para dinamitar el choque en el tercer periodo y llevar al conjunto azul a la delantera en el marcador.
Los puntos del pívot estadounidense y su gran labor frente a Anderson Varejao, Dueñas y compañía sirvieron para neutralizar a los de Svetislav Pesic, un equipo que demostró una evidente falta de rodaje e ideas cuando las cosas se le pusieron cuesta arriba.
Con todo, el choque seguía igualado e iba a mantener la misma tónica hasta el final. Después de un intercambio de canastas continuas entre se llegó a un final igualado con el Caprabo Lleida por delante (64-63, m. 39).
En ese momento, Jaume Comas anotó dos tiros libres y el Barca no supo cómo jugar en esta recta final. Primero porque el Caprabo, que aún no estaba en 'bonus', supo jugar con las dos faltas que aún podía cometer y evitar que los azulgrana se jugasen un triple.
Y segundo porque con diez segundos por delante, el Barca desaprovechó la oportunidad de forzar la prórroga tras perder el balón decisivo. EFE.
ael/fa.fc