El miércoles, en Trinidad y Tobago, a Wálter Centeno le dieron duro. Y como los tobillos de un futbolista no son eternos, el cuerpo técnico del Saprissa prefirió utilizarlo ayer como jugador suplente.
Fue el movimiento que decidió el partido. Centeno por Cristian Bolaños, al 63'.
Volante por volante, en teoría. En la práctica, significó perder a un jugador que no llegó en su día para darle campo a otro que sí mostró lo mejor de su repertorio técnico.
Al Paté le bastó esa media hora para dejar huella. De entrada, se adueñó del balón, y empezó a ubicar a sus compañeros en todos los ángulos de la cancha.
"Vi que necesitábamos retener más la pelota. Ellos (Herediano) iban bien al ataque, así que debíamos manejar el balón", comentó Centeno tras el encuentro.
Desde la banca, Centeno leyó el partido. Dicen que a veces esa distancia entre el terreno de juego y la suplencia le permite a los jugadores analizar mejor lo que ocurre.
"Solo había que tener paciencia. El partido era nuestro, lo estábamos jugando bien. Nada más teníamos que rematar en el momento justo. Y lo conseguimos", añadió.
Centeno, líder y bujía táctica del cuadro morado, no salió como titular para evitarle una sobrecarga física, por la seguidilla de partidos con Saprissa y la Selección.
"Wálter no estaba para jugar 90 minutos, pero el rato que jugó lo hizo bien, manejó el balón según su características y nos permitió terminar tocando más", explicó el entrenador Hernán Medford.
La variante de Centeno rindió frutos apenas con siete minutos en la cancha. El volante ubicó a Rónald Gómez, a quien le envió un pase de profundidad, con ventaja.
Sincronía. "Gómez me marcó el pase. Uno como volante debe estar atento a ese tipo de movimientos de los delanteros", explicó.
Luego de ese trazo, el Paté contribuyó reteniendo el balón y auxiliando en la media cancha cuando hacía falta un hombre extra para marcar a los florenses.
"Por la posición en que estábamos, este partido era muy complicado para nosotros. El triunfo nos da confianza para lo que resta del campeonato", agregó.
Centeno considera que al dosificarle las cargas de trabajo podrá responder mejor en la recta final de la temporada, cuando tendrán compromisos por el Clausura y el torneo de la Concacaf.
"El juego en Trinidad estuvo pesado físicamente, y ya había tenido varios partidos consecutivos. A veces se nota el cansancio. Por eso ya había hablando con el 'hombre' (Medford) de que no iba a empezar jugando", explicó.
Además de cuidar a Centeno, Saprissa no pudo contar ayer con otros dos volantes Wilson Muñoz y Alonso Solís, quienes resultaron expulsados en el último compromiso. A Solís le quedan tres fechas de suspensión.
En esa línea del campo, sin embargo, los morados cuentan con abundancia, más aún tras la llegada de Pablo Brenes.