Al Ittihad, el club más antiguo de Arabia Saudí, no tiene el prestigio del Liverpool o del Sao Paulo.
Sin embargo, los hombres del rumano Anghel Iordanescu tienen el objetivo muy claro al acudir al Mundial de Clubes como los reyes de Asia, tras superar a respetados clubes de China, Corea y Japón.
Aspiran a que el continente no tenga motivos para avergonzarse por su presentación en la copa que comienza este domingo en Tokio ante el monarca africano Al Ahly.
De cara a este partido, el Al Ittihad saudí, bicampeón continental, tiene la ambición que no se limita al triunfo ante su vecino de África. Lo que lo motiva es obtener el trofeo en la final del 18 en Yokohama.
"Creer que acudimos a Japón como una mera comparsa sería un error", recalcó el delantero Mohammed Kallon, de Sierra Leona, y ex jugador del Inter y del Mónaco.
"Tenemos una idea muy metida en la cabeza y creemos de verdad que regresaremos a Yedda con algo en la maleta", agregó Kallon, compañero de causa del brasileño Tcheco y el árabe Mohamed Noor.
La propuesta de Iordanescu, quien dirigió a su país en los Mundiales de 1994 y 1998, es siempre ir al ataque con los Tigres , cuya camiseta es a rayas amarillas y negras.