Agradable ambiente, ansias de ganar y espíritu de juego, fueron los elementos principales del encuentro entre Carmelita y Limonense, que culminó con un meritorio empate 2 a 2, para repartir créditos entre dos equipos que ayer regalaron dosis de buen futbol.
Las ocasiones de gol fueron generosas, los caribeños llegaron a la cancha dispuestos a asegurar los tres puntos desde el momento del arranque. Armados de la picardía en las carreras por el área enemiga de Kurt Bernard, Gilberto Morant y Rayner Robinson, que pronto comenzaron a desestabilizar a la zaga carmela.
Bernard envió su primer mensaje al minuto 6, cuando burló la marca de Carlos Mora y soltó un balón que pasó rozando el palo izquierdo de la portería de Juan Carlos Alfaro.
Una vez abierto el portillo, los visitantes pasearon por la zona de los alajuelenses en incontables ocasiones, con la virtud de mostrar una buena elaboración en las jugadas, pero con el error en el momento del cierre, donde se esfumaron muchas claras oportunidades de mover las redes.
Carlos Flores fue el motor de la máquina caribeña, su función de enlace entre la defensa y la zona de ataque convirtió a Limón en el candidato para romper la paridad, pero Carmelita, sorpresivamente, fue quien aportó el primer tanto.
El panameño Frank Lozada quebró el dominio que hasta el momento ejercía el conjunto visitante. La jugada nació en el cobro de un tiro de esquina que efectuó Cristian Oviedo, Lozada le ganó la posición a la defensa carmela y de media vuelta remató para anular al portero limonense Kevin Stuart, con un remate que se anidó en el ángulo izquierdo de la cabaña. Cuando menos se esperaba, Carmelita asumió el mando del juego a los 38 minutos de juego.
Limón responde
Con los ánimos renovados, Limonense saltó a escena en el segundo periodo con la consigna de llevar a la realidad todas las opciones que desperdició en la primera parte. La misión le correspondió al delantero Robinson, que consiguió, de cabeza, poner a su equipo en igualdad de condiciones. El centro de Carlos Flores terminó en la red y Robinson, al minuto 60, puso a gritar a la barra caribeña.
Carmelita no cedió la iniciativa, por el contrario, se fue arriba a buscar la forma de aumentar su cuenta, pero fueron los visitantes quienes lograron el objetivo. El relevo Kendall Wilson se soltó de la marca carmela y envió el balón al fondo, aumentó la cuenta 2 a 1 al minuto 72 y convenció a su gente de que todo estaba listo para el festejo.
Pero otro hombre de cambio desviaría el rumbo de la historia. Oscar Rojas silenció el festejo limonense, cuando su dardo, lanzado desde fuera del área, se acomodó en la portería del arquero visitante al minuto 87.
Un punto para cada uno de los actores como premio a un juego que adquirió el calificativo de espectáculo, tras el laborioso accionar de sus protagonistas.