Buenos Aires, 1 oct (EFE).- Arsenal obtuvo hoy uno de los triunfos más importantes de su historia al vencer por 1-0 al River Plate, equipo que se ha hundido en los puestos inferiores de la clasificación del torneo Apertura del fútbol argentino, sumergido en una grave crisis futbolística.
El gol del equipo que dirige Jorge Burruchaga, que nunca había ganado ante River, lo marcó Patricio González a los 10 minutos.
La derrota del equipo riverplatense es la tercera en siete partidos, que sumadas a tres empates y a una sola victoria arroja una frustración demoledora para un club que desembolsó en fichajes, a principios de temporada, sumas millonarias para reforzar su plantilla.
El equipo del club fundado en 1957 por el entonces futbolista Julio Grondona, desde hace 25 años presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), y que sólo cuenta con unos 3.500 socios, terminó hoy con la tenue esperanza de River Plate de disputar el título de campeón con Boca Juniors, líder del Apertura.
Manuel Pellegrini, entrenador de River, echó mano hoy del punta chileno Marcelo Salas, fuera de forma por una inactividad de cuatro semanas a causa de una lesión, quien fue sustituido por Alejandro "Chori" Dominguez en la segunda parte sin que pudiera aportar sus reconocidas aptitudes ofensivas.
River se adueñó del partido en los primeros minutos y generó dos jugadas profundas con las que estuvo a punto de abrir el marcador, pero en su primer ataque Arsenal se puso en ventaja y pasó a dominar la situación por su carácter y su ordenamiento táctico, y por el bajón anímico y la confusión de su rival.
En la segunda parte el equipo de Burruchaga mantuvo el balón en su poder, jugó con simpleza y consolidó su victoria frente a un adversario inofensivo, convertido en una caricatura del conjunto que hace tres meses ganó el torneo Clausura.
River Plate había llegado a este partido con la pesada carga de un frustrante comienzo de torneo en el que sólo había sumado seis puntos en igual cantidad de encuentros, lo cual provocó el desconcierto de Pellegrini y sorpresivos cambios en la alineación del equipo.
Tras el empate a dos goles con Quilmes el domingo pasado, resultado que el equipo alcanzó cuando al rival le expulsaron a tres jugadores, el entrenador decidió no convocar para el encuentro de hoy al portero Franco Costanzo.
La medida recibió críticas de la prensa, porque Pellegrini ya había dado de baja a los porteros Angel Comizzo y José María Buljubasich en la temporada anterior, cuando el equipo no lograba resultados positivos.
Con la salida de Costanzo, la responsabilidad en el puesto fue traspasada al juvenil Germán Lux, un guardameta con sólo tres partidos en la Primera División.
Las críticas hicieron hincapié en la falta de apoyo del entrenador a un portero que no fue culpable exclusivo de los goles encajados por River y a la arriesgada decisión de alinear en un puesto clave a un ignoto futbolista que podría agravar la inseguridad que se advierte en el resto del equipo.
A Pellegrini se le cuestiona que haya depositado la responsabilidad de los males del equipo en Costanzo sin haber ordenado antes a una defensa irresoluta, a una línea de medios timorata e imprecisa y que su equipo, atiborrado de estrellas, sea presa fácil de cuanto rival tenga enfrente.
Otra de las sorpresas de la jornada fue el empate a cero que en el estadio "La Bombonera" consiguió el juvenil equipo de Lanús frente al Boca Juniors.
Los boquenses afrontaron el encuentro con varias bajas, entre ellas la de su estrella, Carlos Tevez, lesionado, y su rendimiento fue el más bajo desde que comenzó la competición.
El Boca Juniors resignó hoy por primera vez dos puntos desde el comienzo del Apertura, pese a lo cual se mantiene líder en la clasificación cuando aún tiene pendiente un partido con Banfield, aplazado en la tercera jornada. EFE
ee/cw